La declaración de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa como «zona libres de transgénicos» por parte del Gobierno vasco es positiva. Desde EHNE entendemos que existen motivos para dar la enhorabuena a todas las organizaciones que durante los últimos años hemos aportado y participado en las distintas campañas para lograr esta declaración. Más de 20 organizaciones agrarias, sindicales, sociales, ecologistas o de consumo, entre otras, hemos apoyado la petición.

Este paso que da el Gobierno de Lakua, sin embargo, es sólo el primero que se debe dar en un largo camino aún por recorrer. Quedan por dar numerosos pasos para hacer eficaz en la práctica esta declaración y EHNE exige al Gobierno vasco tome medidas eficaces para el control de los organismos genéticamente modificados (OGM).

La declaración del Gobierno vasco supone la oposición al cultivo de OGMs destinados para consumo humano y animal en la CAV. No acomete cuestiones como el uso de OGMs en la silvicultura, por ejemplo. Ni acomete medidas para garantizar que la alimentación de los animales sea libre de OGMs.

Sobre esta última cuestión, cabe destacar que desde el sector ganadero vasco se ha exigido el derecho a disponer de una alimentación ganadera libre de soja o gluten de maíz transgénicos. Se pueden dar pasos en este sentido y las instituciones pueden fomentar iniciativas que garanticen el uso de piensos no transgénicos. Los y las ganaderas de Bretaña, por ejemplo, disponen de pienso libre de OGMs gracias a un acuerdo suscrito con el Estado brasileño de Paraná.

No obstante, quisiéramos advertir de la tentación que pueda tener el Departamento de Agricultura de imponer la adquisición de piensos no transgénicos a través de una determinada fábrica de pienso. Las iniciativas centralizadoras y monopolistas del Gobierno vasco para con el sector agrario no son nuevas. EHNE exige que se destierren este tipo de «tentaciones», posibilitando que todas las cooperativas y operadores puedan ofrecer alimentación ganadera libre de OGMs.

Yendo más allá de la alimentación humana y animal, se debe desterrar el uso de transgénicos en el sector forestal y también en un sector tan incipiente como lleno de intereses oscuros y nada beneficiosos socialmente como el de los biocombustibles. Todavía quedan cuestiones pendientes. Abordémoslas.