Un total de 39 presuntos insurgentes murieron en operaciones lanzadas por las tropas iraquíes en el oeste de Irak en apenas 24 horas, según informó ayer el Ministerio iraquí de Defensa.

En la amplia campaña efectuada en la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, una de las más convulsas, mataron a 39 presuntos insurgentes y fueron capturados otros 19, precisa un comunicado, que indica que en esa redada también fueron detenidos otros once sospechosos.

Otros seis hombres, entre ellos un supuesto insurgente, fueron arrestados en otras regiones del país, mientras que en la capital las tropas detuvieron a otros cinco sospechosos de pertenecer a «grupos terroristas», según añade el comunicado del Gobierno iraquí.

Asimismo, el Ministerio de Defensa aseguró que sus artificieros desactivaron cuatro artefactos explosivos en Bagdad.

Por otra parte, el Ejército estadounidense informó ayer de que su fuerza aérea bombardeó «un lugar donde se esconden presuntos miembros del brazo iraquí de la organización terrorista Al Qaeda», en la zona de Al Tayi, a unos 60 kilómetros de Bagdad.

Junto a ello, un civil murió y otros ocho resultaron heridos en dos ataques y un atentado con bomba en una zona situada al suroeste de Bagdad. El cadáver fue hallado con los ojos vendados y las manos atadas, según informaron fuentes policiales.

El civil fue acribillado a tiros por un grupo de desconocidos en el área de Al Mahauil, a unos 80 kilómetros de Bagdad, mientras que casi 30 kilómetros de allí, en la localidad de Al Eskandariya, otra persona resultó herida de gravedad en otro ataque.