Intxaurrondo da la sensación de ser un barrio dejado de la mano municipal, maltratado por las instituciones, un barrio que recoge los ruidos de la variante, del tren, las molestias del parque disuasorio, accidentes de circulación con víctimas, problemas de convivencia...

De ser un barrio rodeado por carreteras donde se abusa de la velocidad. De ser un barrio donde hasta la fecha aparentemente la prevención viaria ha fallado.

Barrio en el que desde hace tiempo los vecinos vienen revindicado el soterramiento de las vías de RENFE, vecinos que han mostrado su negativa a la construcción del parque disuasorio. Vecinos que se han movilizado por los trágicos sucesos ocasionados por la mala conducción. Vecinos que han protestado e intentado buscar soluciones ante los problemas de convivencia... Este parece ser un barrio donde no hay semana que no sea noticia por algún tipo de reivindicación vecinal justificada.

La parte «nueva de Intxaurrondo» se ha convertido en una peligrosa travesía donde los semáforos no existen, bueno, en honor a la verdad hay uno (rotonda de Beharko). En el circuito comprendido entre Paseo de Mons, Zarategi, Baratzategi , bajada hacia cocheras todos los vehículos, incluidos los trasportes públicos, abusan de la velocidad, y es frecuente que se superen los 50 Km/h, creando tensiones innecesarias a los peatones.

Se debería tener en cuenta que es un circuito de calles habitualmente utilizado por peatones que se desplazan a las ikastolas, a los edificios de Txara, a sus viviendas, que hay un solo semáforo en dicho circuito y que las únicas medidas para aminorar la velocidad que existen se ha demostrado que son ineficaces.

En definitiva, Intxaurrondo es un barrio donde las reivindicaciones vecinales no hacen más que desenterrar quejas legítimas que en bastantes ocasiones parecen tardar mucho en ser escuchadas, solucionadas. Bueno, quizás ante la cercanía de las elecciones municipales se obre el milagro y todas las reivindicaciones pendientes sean atajadas. Tal vez se solucionen los problemas de este barrio grande, lejano y quizás olvidado.

Gracias a asociaciones de vecinos, vecinos que con su trabajo diario hacen de nuestros barrios lugares más habitables.