El lehendakari Juan José Ibarretxe presidió ayer los actos de conmemoración del 70º aniversario del combate naval que se desarrolló en la costa vizcaina de Matxitxako entre los cuatro bous adscritos a la Marina Vasca y el crucero Canarias, en las filas que dirigió el dictador Franco. Las ofrendas realizadas en Bermeo se adscriben a los diversos actos que ha organizado el Gobierno de Lakua en el marco de la celebración del 7oº aniversario de la guerra civil.

Ibarretxe, que rindió homenaje a los tripulantes que participaron en la batalla, destacó «el valor» de los miembros de la Marina Vasca y, al mismo tiempo, ensalzó el de quienes «encontraron el camino de la convivencia» después de la guerra civil.

Escultura de Basterretxea

Acto seguido, el lehendakari se mostró convencido de que «entre todos será posible traer la paz» a Euskal Herria, un pueblo que, al parecer de Ibarretxe, «nunca representará quien ejerza la violencia ni hoy ni en el siglo XIX, ni en el siglo XXIII».

Sobre las diez de la mañana, acompañado por varios consejeros y supervivientes de la batalla de Matxitxako, Ibarretxe realizó una ofrenda floral a bordo de la embarcación Itxas Zain. Poco después, tras un minuto de silencio, los barcos regresaron a Bermeo donde realizaron un acto institucional en homenaje a los vascos fallecidos en combate. Allí, en el mirador que enlaza Bermeo y Bakio, inauguraron además una escultura de Nestor Basterretxea.