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Bilgune Feminista subraya que «la precariedad tiene cara de mujer"

A las puertas del 8 de marzo, la situación de las mujeres no puede abordarse sino desde una lectura negativa, atendiendo a factores como la precariedad laboral o las agresiones sexistas. Para Bilgune Feminista, lo único positivo es que la lucha por los derechos sigue firme.

Anjel ORDOÑEZ |

A pesar de que oficialmente la mujer hace décadas que ha accedido al mercado de trabajo, los empleos menos valorados y los peor remunerados siguen estando asociados a la condición femenina. «La precariedad tiene cara de mujer», resumía ayer Euskal Herriko Bilgune Femenista por boca de dos de sus representantes, Miren Aranguren e Izaskun Guarrotxena.

Ante la celebración de un nuevo 8 de marzo, este organismo denuncia que el sistema patriarcal redobla a diario sus esfuerzos por mantener a la mujer en el papel de ciudadanas de segunda. Una mujer que afronta jornadas laborales dobles e incluso triples, abocadas a desarrollar en el ámbito privado tareas y responsabilidades que el hombre se niega a asumir y «evidenciando el rotundo fracaso de las políticas de conciliación», en palabras de Miren Aranguren.

Y qué decir si al hecho de ser mujer se le suman otras condiciones como las de inmigrante, joven o ama de casa. «Con o sin papeles, la mujeres inmigrantes sufren los trabajos más miserables con sueldos ínfimos», ilustraron las representantes del movimiento feminista.

Agresores cada vez más jóvenes

La violencia contra las mujeres, sección fija en las páginas de los diarios, es la prueba irrefutable de la pervivencia de las relaciones jerárquicas entre sexos. Las representantes de Bilgune Feminista se muestran especialmente preocupadas porque los agresores son cada vez más jóvenes. «Aunque el año pasado descendió el número de mujeres muertas, se han incrementado los niveles de violencia empleada en las agresiones y ha descendido la edad media de los agresores», concretó Aranguren.

El aumento de las violaciones en las fiestas y espacios de ocio, en los centros de estudio y en los espacios de la juventud impiden que las mujeres puedan moverse en todos esos espacios con total libertad y seguridad.

Euskal Herriko Bilgune Feminista también pone el acento en que «no somos dueñas de nuestros cuerpos porque, aunque se ha planteado en muchas instituciones y de diferentes formas, las mujeres no podemos decidir libremente en temas tan importantes como el aborto».

Para el colectivo feminista, el sistema patriarcal está desarrollando un enorme trabajo para mantener a las mujeres en el papel de ciudadanas de segunda «que siempre hemos cumplido». Añaden que «aunque empujados por la necesidad han llegado a hacer algunas pocas concesiones, los gobiernos, las instituciones religiosas, educativas y otras instancias reaccionarias, al no reconocer el trabajo en la sombra que realizan las mujeres para mantener todo el sistema social, no podrán ser instrumento para el cambio».

Es más, «a los gobiernos afincados en Euskal Herria y a los partidos políticos se les llena la boca cuando salen a la palestra a reivindicar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres; y para conseguirla han creado muchas leyes y planes, pero luego no hay presupuestos para desarrollar las acciones». Sentencian que «poniendo en marcha medidas populistas de corte social solamente para conseguir votos, no cambiará la situación de las mujeres».

Carta de derechos

Euskal Herriko Bilgune Feminista desconfía profundamente de las medidas estériles que se toman desde las instituciones, y apuesta por que sean las propias mujeres quienes avancen en primera persona «en el camino de las construcción de una Euskal Herria basada en unas relaciones justas entre sexos».

Uno de los instrumentos que permitirá este avance es la Carta de Derechos de las Mujeres de Euskal Herria, que será ratificado esta primavera. Se trata de un documento que nace como resultado del debate entre mujeres sobre sus necesidades y las carencias en el cumplimiento de sus derechos, «y que establece una base firme para la lucha y reivindicaciones feministas».

sistema patriarcal

«El sistema patriarcal está haciendo un gran trabajo para mantener a las mujeres en el papel de ciudadanas de segunda que siempre hemos cumplido».

Movilizaciones por una Euskal Herria nueva y más justa, «una Euskal Herria feminista"

Euskal Herriko Bilgune Feminista llama a todas las mujeres a participar, «como en los restantes 364 días del año», en las movilizaciones del 8 de marzo. «Tenemos que salir a reivindicar que queremos todos los derechos y las mismas oportunidades que el resto de la ciudadanía; tenemos que salir para llenar calles, barrios, plazas pueblos y ciudades», aseguran.

Asimismo, el organismo feminista hace un llamamiento general a la ciudadanía y a todos agentes sociales para que hagan suyas las reivindicaciones de las mujeres, «y entre todas y todos creemos una Euskal Herria nueva y más justa, una Euskal Herria feminista».

Bilgune considera que cada año es mayor el número de mujeres que celebran el 8 de marzo. «Otra cosa es qué carácter tiene esta fecha, porque a veces se le da una especie de espíritu festivo; y no es un día de fiesta, sino un día para que nuestras reivindicaciones salgan a la calle», asegura Izaskun Guarrotxena, quien también insiste en que las protagonistas deben ser las mujeres, «no las instituciones». A.O.

medidas populistas

«Poniendo en marcha medidas populistas de corte social para conseguir votos, los políticos no van a lograr cambiar la situación de las mujeres».

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