La visión de LAB ante la próxima celebración del `8 de Marzo' no es ajena a la situación actual que vive Euskal Herria. Por un lado, la central abertzale plantea el reconocimiento de Euskal Herria de modo «integral» y, por otro, pretende activar los instrumentos necesarios para la materialización del derecho de autodeterminación.

Itziar Lopategi explicó que con la campaña `Langileok autodeterminazioa' «queremos poner encima de la mesa la necesidad de que, pese a estar en 2007, en el siglo XXI y políticas sobre igualdad, la realidad es que hombres y mujeres no estamos en la misma situación en el mundo laboral y en la sociedad en general. Con nuestra reivindicación queremos subrayar que la clase trabajadora vasca la componen hombres y mujeres y que nos comprometemos a trabajar como uno solo con el derecho de autodeterminación como objetivo».

Lopategi indicó que las «mujeres trabajadoras somos sujeto del desarrollo de nuestro pueblo y queremos tener derecho e igualdad de oportunidades para tomar parte en el proceso que traerá la superación del conflicto político». Además, añadió, «no queremos delegar. Queremos tomar parte con voz propia».

Maixabel Gaztañaga se refirió a las principales reivindicaciones que LAB dirige a las instituciones públicas para hacer frente a la actual discriminación que sufren las mujeres, que resumió en cuatro puntos.

«Implantación de políticas y medidas para hacer efectiva la igualdad entre hombres y mujeres, ya que por mucho que se hable de ello en la actualidad las medidas no llegan a hacerse realidad», apuntó.

Política discriminadora

Respecto a las políticas de empleo, Gaztañaga indicó que «hoy en día estas política discrimina a las mujeres. Basta con observar con detenimiento los datos para verlo. La política de empleo actual está diseñada en función del sexo y las medidas que se toman están encaminadas a reforzarlo». La secretaria del área de Mujer de LAB indicó que el número de contrato firmados tiempo parcial en 2006, el 82,8% corresponden a mujeres. Cifra que en su opinión «muestra con claridad que estas política pretenden tener a las mujeres con un pie en el mercado de trabajo y con otro en casa». También denunció que los salarios de las mujeres siguen siendo un 36% inferior.

Otra de las reivindicaciones hace mención a un sistema integral de protección para erradicar la marginación social y la pobreza de las mujeres. Entre otras cosas, plantean que el que el empleo que se cree sea de calidad y digno. «No debemos olvidar que hoy en día la mayoría de los puestos de trabajo que se crean no permiten ni siquiera llevar una vida autónoma», añadió. También exigieron medidas para la erradicación de las ideas, actitudes y comportamientos contra las mujeres.