El Ibex no levanta cabeza, ni da muestras de poder detener la sangría iniciada el martes de la semana pasada. Desde ese día acumula cinco jornadas consecutivas de pérdidas y un retroceso del 7,45%. Y, por el momento, no se ven argumentos sólidos para dar la vuelta a la situación, puesto que Nueva York sigue presionando a la baja y el miedo va creciendo entre los inversores al mismo ritmo que los descuentos. Las buenas noticias son cada vez más escasas y cuando aparecen, tal como sucedió ayer con la notable caída del precio del crudo, no tienen el menor protagonismo. Los mercados están ahora más pendientes de encontrar las señales que justifiquen las palabras de cautela de Alan Greenspan ante una posible recesión. En esta línea, se publicó ayer que la actividad del sector servicios cayó con fuerza, pasando de los 59 puntos de enero a los 54,3 puntos de febrero. Así las cosas, el Ibex recortó un 1,53%, hasta 13.749,10 puntos. Los mínimos del día estuvieron cerca de los 13.650 puntos. La misma avalancha vendedora puso en negativo a París (-0,73%), Londres (-0,94%) y Francfort (-1,04%). En el Ibex, destacaron Unión Fenosa (+1,16%), parapetada tras una mejora de recomendación, y Metrovacesa (+0,41%). Todos los demás cerraron con pérdidas. Los peores fueron Iberia (-4,98%), Mapfre (-4,44%) y Gamesa (-3,25%), mientras que Repsol (-0,51%) fue el menos perjudicado entre los grandes. En París, los más entonados fueron Alstom (+1,37%) y Peugeot (+0,49%), en tanto que Mittal (-3,45%), Vallourec (-2,96%) y EADS (-2,58%) estuvieron entre los peores.