Claudio Bravo criticó con dureza ayer la actuación de Megía Dávila en Zaragoza y no sólo por el penalti inexistente que le señaló. También recordó acciones como la clara falta de Diogo sobre Aranburu al borde del área que debía haber sido sancionada con tarjeta amarilla de la misma manera que ésta era la mínima sanción que merecía el codazo del lateral al azpeitiarra.

Sobre la jugada polémica del partido que supuso el 2-1 del Zaragoza, el portero chileno señaló que «ni la he visto por la televisión ni la quiero ver porque tengo la certeza de que no le toco. Antes de llegar él se viene lanzando. Nos pitó penalti y me gané una amonestación innecesaria y la jugada debió ser al revés, con falta a favor y amonestación a Milito. Además se equivoca en la jugada en la que Diogo zancadillea a Aranburu y no sanciona la falta ni la amonestación. No sé si nos están jodiendo, pero el árbitro está muy cerca de la jugada y uno le habla y se hace el desentendido».

Dejó claro su malestar con la actuación arbitral en una decisión clave por lo que suponía: «Molesta que ocurran estas cosas y más en nuestra situación. Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero en este torneo se han equivocado mucho en contra nuestra. Son cosas extrañas que nada más nos están pasando a nosotros». Argumentos objetivos no le faltan, porque con lo que le cuesta sumar puntos son demasiados perdidos por la Real por errores arbitrales.

Preguntado por el estado de ánimo del vestuario, el portero chileno señalaba que «estamos igual que siempre, con dolor, tristeza y amargura. Hicimos una primera parte muy buena, perfectamente pudimos hacer más de un gol. También pudimos lograr el segundo antes que ellos y queda la tristeza de no poder sacar un partido que teníamos para haber ganado».

Abogaba por «seguir de la misma manera y con igual disposición. El equipo está bien de actitud y con muchas ganas. Hay que seguir igual hasta que las matemáticas den. Hay posibilidades y debemos seguir».

«Creemos en la salvación»

En la misma línea, Mikel Alonso comentaba que «por supuesto que creemos en la salvación. Piensas en el descenso, pero crees en la salvación. Cada vez está más difícil, pero si ganamos el domingo podemos mantener una llama un poco viva. Por nuestra parte tenemos que creer en eso. Que el entorno no crea me puede parecer normal, pero somos nosotros los que salimos al campo».

Compartía su malestar con el enésimo error arbitral contrario para la Real esta temporada: «Nos jugamos un montón y son decisiones decisivas porque hacen que se pongan 2-1. Yo no veo fantasmas, pero cuando el árbitro está tan cerca y lo ves tan claro te da mucha impotencia».

Sin embargo, el tolosarra recordaba que si la Real es colista de Primera no es sólo por los árbitros: «No hay que engañarse, porque si estás arriba o abajo es por algo, no por casualidad. En el partido de Zaragoza hubo cosas puntuales como el árbitro, alguna ocasión... Pero hubo momentos en los que no jugamos bien, en los que nos equivocamos y nos precipitamos. En otros momentos podríamos ganar sin eso, pero ahora no. Quizás en algún momento nos metimos demasiado atrás y fueron acercándose, metieron su gol y hubo decisiones importantes del árbitro a favor del Zaragoza y así encajamos una nueva derrota y todo está más difícil».