AHT Gelditu! Elkarlana presentó ayer los resultados del estudio sobre el Tren de Alta Velocidad realizado en febrero en los municipios afectados por el proyecto de la denominada «Y vasca», entre ellos en Gasteiz, Iruñea, Donostia e Irun, puntos donde se prevé ubicar estaciones. La encuesta ha sido diseñada y dirigida por profesores universitarios y sociólogos, como Andoni Eizagirre, Iñaki Iurrebaso, Marta Luxan y Josu Larrinaga. Han querido conocer el nivel de información de la ciudadanía, las posibilidades de participación que les han ofrecido las instituciones y la opinión que les merece la infraestructura.

El proyecto del Gobierno de Lakua afecta directamente a más de 316.000 personas mayores de 15 años, residentes en 44 municipios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Entre los días 22 y 26 del pasado mes los sociólogos realizaron entrevistas telefónicas a 669 ciudadanos que viven en otros tantos domicilios particulares elegidas al azar. Tras el trabajo de campo, han ponderado los datos teniendo en cuenta la distribución real de la población por provincias y comarcas, así como su sexo y edad.

«Extremadamente fiable»

También se ha realizado un estudio paralelo en Irun y en las capitales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde viven alrededor de 723.000 personas de más de 15 años. Los profesionales de la investigación social han preguntado a una muestra representativa de esa población, a 533 habitantes afectados por el TAV.

Los sociólogos destan que los datos del estudio son «extremadamente fiables», con un nivel de confianza del 95,5%.

En la primera parte del trabajo se ha analizado la información de que dispone la ciudadanía sobre el Tren de Alta Velocidad: tres de cada cuatro personas se consideran poco o nada informadas. Las respuestas de las tres capitales y de Irun apuntan en el mismo sentido: el 44% considera que no está nada informada y el 33% cree que sabe poco en torno al proyecto.

Según explicó ayer uno de los autores de la encuesta, Iñaki Iurrebaso, esa desinformación es todavía más patente en los temas parciales relacionados con el TAV: precio de los billetes, número de usuarios previsto, tiempo que se tardaría en ir de una ciudad a otra, coste económico del proyecto, repercusión en el tráfico por carretera, impacto en la agricultura y consecuencias ecológicas. En todos los aspectos tratados, exceptuando el impacto en el medio ambiente, más de la mitad asegura que no se siente nada informada. Nadie considera que sabe mucho sobre el precio de los billetes o el número de usuarios previsto.

Los datos de las capitales y de Irun son más rotundos, ya que en todos los temas estudiados, con la excepción del tiempo que se necesitaría para desplazarse en el tren, son más las personas que se sienten poco o nada informadas que en los pueblos.

«Insuficiente e interesada»

Además de la percepción de la ciudadanía, los sociólogos también han recogido datos objetivos que revelan la información real de que dispone los habitantes: casi el 90% ha oído hablar del TAV, pero el 60% desconoce los lugares por donde transcurriría en su pueblo. En lo que se refiere a los habitantes de Donostia, Gasteiz, Bilbo e Irun, cuatro de cada cinco no conocen, ni siquiera de manera aproximada, el trazado de la infraestructura en su ciudad. Según Iñaki Iurrebaso, esos números llevan a la misma conclusión, a la idea de que la mayoría de la población desconoce hasta los temas más básicos del proyecto.

El siguiente apartado refleja la cantidad y la calidad de la información proporcionada por las instituciones y la posibilidad que ha tenido la ciudadanía de participar en las decisiones: la mayoría cree que la información facilitada ha sido insuficiente, sesgada e interesada. Esas opiniones inciden más en los jóvenes y en Zornotza-Durango-Elorrio y Urnieta-Hernani-Errenteria-Oiartzun. Los habitantes de las capitales y de Irun también se muestran muy críticos, aunque algo menos que los residentes en los pueblos.

Utilización muy minoritaria

El dato más rotundo del estudio es quizás el que hace referencia a los cauces de participación ofrecidas a la ciudadanía. Preguntados por si han sido invitados por las instituciones a algún foro sobre el TAV, sólo el 1% responde que sí. Iurrebaso aclaró que la mayoría de esos debates han sido promovidos por ayuntamientos o grupos sociales.

Los profesionales de la sociología han aprovechado la ocasión para preguntar a los ciudadanos si utilizarían el TAV, y esos resultados también han sido concluyentes, porque la mayoría afirma que no viajaría en el tren nunca o casi nunca. Por último, han observado que prácticamente la mitad no se posiciona en favor o en contra del proyecto porque carece de datos. La otra mitad se divide casi a partes iguales entre opositores y partidarios. En las capitales y en Irun, en cambio, son más los que mantienen una opinión favorable a la iniciativa de Lakua.

Todos los datos mencionados han llevado a los sociólogos a las siguientes conclusiones: la información que recibe la ciudadanía sobre el Tren de Alta Velocidad es escasa y parcial; la participación, inexistente; la utilización prevista, muy minoritaria; la opinión, dividida y en fase de formación, con fuerte presencia de opositores, y a más información hay más oposición.