Baloncesto Euroliga Top 16
El huracán Baskonia barre de la cancha al Maccabi
Luis Scola, con 25 puntos, fue el líder de un Tau que salió con inusitada garra a por un Maccabi que vive un momento difícil y que vio cómo los de Lezkano aseguraron el primer puesto del Grupo D
TAU BASKONIA 94
MACCABI TEL AVIV 73
Arnaitz GORRITI | GASTEIZ
¡Qué noche! Noche mágica. Noche de pasión. Noche de baloncesto etiqueta negra. Noche que eleva a Tau Baskonia definitivamente a los altares del baloncesto europeo. Noche baskonista. Noche palestina. Noche de Euskal Herria. Noche donde se ajustaron varias cuentas, como la eliminación de los gastiztarras por parte de los macabeos, y algunas otras efemérides. ¡Dios, qué noche!
Y noche de récords. Porque el pabellón de Zurbano vivió con la piel de gallina cómo su equipo, emulando al temporal de viento y lluvia que azotaba Euskal Herria, levantaba a todo un Maccabi Tel Aviv -en peor momento que en otras ocasiones, pero siempre peligroso- y lograba la vigesimosexta victoria consecutiva en su feudo, convirtiendo el Araba Arena en un fortín inexpugnable.
Y, por si fuera poco, Scola se erigió en el líder indiscutible de un Baskonia doliente y sanguíneo, y, de paso, superaba a Brown como máximo encestador en la historia de la Euroliga.
Salida en tromba
Bynum, Jeretin, Jasaitis, Eliyahu y Vujcic, ése fue el quinteto inicial de un Maccabi que siempre infunde respeto; mejor dicho, miedo. Pero ayer el que metía miedo, pánico, era el conjunto entrenado, mientras se demuestre lo contrario, por Natxo Lezkano.
Los baskonistas salieron en tromba, atacando desde la defensa, ahogando a su «base-pívot», Vujcic, hombre templado donde los haya, hasta desquiciarlo por completo. El primer tiro de los gasteiztarras fue un triple de House: canasta. La afición, que cuchicheaba en los prolegómenos del partido sobre la necesidad de mantener el average particular de 11 puntos logrado en La Mano de Elías, saltaba de su asiento. Y ya no volvería a sentarse.
Pero la clave estaba en la mentalidad, en «la mirada del tigre», emulando a Rocky Balboa. Luis Scola, en lugar de ofuscarse como en otras ocasiones, jugaba como todo el mundo sabe que puede y tan contadas veces lo hace. Prigioni buscaba a Scola, y a todos sus compañeros. Splitter... había que ver si Splitter tiene un gemelo o no, porque aparecía doquiera fuese requerido. Con esa defensa, provocando 19 pérdidas a Maccabi, se llegaba al descanso con 50-33.
Aportación de todos
Tanto en la primera como en la segunda mitad, un denominador común definía a los locales: todos aportaban. Mientras Jasaitis y Vujcic desaparecían, todos los baskonistas anotaban, reboteaban y defendían.
Tras el impasse del tercer cuarto, llegó la explosión del último. La fiesta culminó con una inmensa bandera palestina flameando el aire del Araba Arena. Los de Spahija arrastraban los pies, mientras el festival baskonista seguía, gustándose en cada jugada, haciendo levitar a una afición que veía a su Tau derrotar a Maccabi por 94-73.
Natxo Lezkano se mostró satisfecho con el partido de ayer, pero no escondió ese toque de Dusko de buscar la perfección que ha mantenido siempre y ayer pidió que se mantenga el nivel de intensidad durante los 40 minutos. «Hemos hecho un partido bastante bueno en líneas generales, aunque un poco a tirones Me gustaría que fuera así durante 40 minutos. Ha habido momentos que no hemos jugado con la idea que teníamos pero sí en un gran porcentaje. Estoy contento con la forma con la que hemos defendido, ya que esto nos ha permitido jugar al contraataque y tener opciones de ataque. En líneas generales estoy bastante satisfecho», declaró el portugalujo.
El técnico vizcaino restó importancia a los récords batidos en la noche de ayer, aunque sí quiso felicitar a Scola y en el plano personal dijo haber tenido una «noche feliz. Desde que cogí el equipo, hemos cumplido el objetivo y eso es motivo de satisfacción». El entrenador vasco se mostró contento porque los jugadores habían dado un paso adelante y mostró su voluntad de seguir mejorando.
Jon ORMAZABAL
La campaña de boicot a Israel y el apoyo a la causa palestina llegó hasta lo más interno del pabellón de Zurbano y dos jóvenes llegaron interrumpir la rueda de prensa del entrenador del Maccabi Neven Spahija, al levantarse y mostrar una pancarta con el logotipo de la iniciativa y una bandera palestina. El jefe de prensa del club, Alfonso Txurruka, desalojó a estos dos manifestantes que no opusieron ninguna resistencia y que se retiraron con gritos de «boicot a Israel» y otra serie de proclamas en contra del Estado sionista y a favor del pueblo palestino. Visiblemente enojado, el delegado del equipo amarillo suspendió la conferencia de prensa y no hubo más valoraciones sobre el choque por parte de la expedición hebrea.
El de estos dos jóvenes fue, sin duda, el acto más atrevido y el que más caro pueden pagar de una sucesión de gestos de solidaridad con el pueblo palestino. La visita del Maccabi se hizo notar por el significativo aumento de presencia policial, pero sin llegar, ni mucho menos, al atosigamiento de hace cinco años. Los cacheos fueron inevitables, especialmente minuciosos en la zona de Indar Baskonia, pero la Ertzaintza no incautó pañuelos palestinos -muy útiles con el temporal de ayer- ni banderas, ni pancartas que fueron apareciendo por las gradas cada vez en mayor número. Pancartas con el lema «Israel is not Europe» o «Israeli boikota» se mezclaron con banderas y globos cuatricolores, apoyadas por gritos como «Maccabi fuera de Europa», que seguro pusieron en apuros a la televisión hebrea.
Como se había solicitado la víspera en la Plaza Correos, las protestas fueron pacíficas y los pocos momentos de tensión se vivieron en la zona posterior al banquillo macabeo, donde a los miembros de la Ertzaintza se unían los de la seguridad privada que el equipo desplaza siempre. El principal destinatario de los gritos del público fue el «calvo de negro», ese istriónico personaje que se pasea por los banquillos y canchas con mucha mayor permisibidad que cualquier entrenador. El número y el tamaño de las muestras de apoyo a Palestina fueron creciendo en la segunda parte y, con ello, el consiguiente mosqueo del impotente banquillo israelí, que se veía arrollado también en las gradas.
Al margen de las revindicaciones políticas y la lucha internacionalista, la afición, especialmente Indar Baskonia, no quiso desaprovechar la oportunidad para dar las gracias y recordar a Velimir Perasovic en el primer partido desde que se conoció que no seguiría en el club. «Hvala Peras volimo te» rezaba una pancarta colocada en el sector más bullicioso de Zurbano y los gritos en recuerdo del técnico croata también sonaron fuerte.
ORMAZABAL
Luis Scola se convirtió, tras el partido de ayer, por fin, en el máximo anotador de la historia de la Euroliga después de haber anotado 25 puntos ante el Maccabi de Tel Aviv. De esta manera, el ala-pívot argentino de Tau Baskonia obtiene un registro de 1.998 tantos, rozando la barrera de los 2.000.
Mucho se estaba hablando de la posibilidad de obtener este récord de anotación por parte del hispano-argentino. De lo que no había tantas certezas era del partidazo que el capitán gasteiztarra iba a jugar. En realidad, la irregularidad de Scola en los choques importantes no es nada nuevo, ya que sus deseos de ayudar a veces lo llevan a ofuscarse.
De cualquier manera, el interior baskonista encestó 11 de 16 lanzamientos de dos y 3 de las 4 veces que lanzó desde la línea de tiros libres. Pero, además, el porteño se puso las pilas en defensa y, pese a sufrir ante el inmenso talento de Eliyahu, el mejor de Maccabi junto a Sharp, reboteó con solvencia, lanzó él mismo algún contraataque, robó y tocó balones por doquier en defensa.
En pocas palabras, lideró a Tau Baskonia como él sólo sabe hacerlo y pudo, además, saborear el triunfo y disfrutar de la cerrada ovación cuando Lezkano tuvo la feliz idea de sustituirlo con el encuentro absolutamente decidido.
No obstante, este gran trabajo tuvo su perfecto complemento en el partidazo de Kaya Peker y, principalmente, Tiago Splitter. Los dos «cincos» del conjunto alavés, con su brega en defensa y en el rebote, ayudaron al lucimiento de un Scola que no les defraudó. No obstante, hay que alegrarse de ver a un Tiago Splitter con semejante acierto y entrega.
Un nudo en la grarganta, y algo más. Eso fue lo que vivió el Pabellón de la Paz y de la Amistad ayer cuando se enfrentaron el conjunto local, Olympiacos, y Partizan de Belgrado. Los serbios campearon en el marcador siempre, y sólo en los dos últimos minutos, con dos tiros de Acker y Domercant, pudieron darle la vuelta los de Gershon para lograr el 79-75 final.
CSKA de Moscú derrotó por 65-73 a DKV Joventut en el Palau Olimpic de Badalona y se afianza como líder indiscutible del Grupo E. Por último, en el choque entre Lottomatica y Pau Orthez en tierras galas, el conjunto bearnés se impuso al italiano por 74-69.