El Athletic encadenó una racha de resultados positivos con la llegada del nuevo cuerpo técnico. Mané y Ondarru se esmeraron en fortalecer el trabajo defensivo desde el primer día y lograron que el equipo actuara como bloque. La solidez y sobriedad en defensa sirvió al Athletic para reducir el número de goles que encajaba, pero faltaba algo más en ataque y se empeñó en corregirlo.

Aunque al principio a base de acierto ante la portería contraria, sobre todo en jugadas a balón parado, se lograba marcar goles y se obtuvieron victorias, el problema principal no tardó en salir a relucir.

El Athletic carece de ideas en el apartado ofensivo. Entre la ansiedad que genera la situación clasificatoria y el contar con un plantel bajo mínimos, la inspiración no aparece por ningún lado. Los rojiblancos tienen el encefalograma plano a la hora de crear juego y los intentos por mejorar se han vuelto en su contra.

La labor defensiva ha sido descuidada en las últimas jornadas con la intención de ampliar los recursos ofensivos, pero no ha funcionado. Salvo en los partidos en casa ante Recreativo y Getafe, las únicas victorias hasta el momento en San Mamés, los rojiblancos no han sabido llevar la iniciativa del partido.

A día de hoy, el Athletic realiza mejor el trabajo defensivo que el de ataque. Prueba de ello es que cada vez que ha recibido un gol ha sido incapaz de remontar y para ganar un partido necesita mantener su portería a cero. Recuperar la solidez del equipo es vital para conseguir el objetivo de la salvación y los aficionados tendrán que acostumbrarse a partidos en San Mamés en que el equipo cede el balón al contrario.

Los rojiblancos no están para muchas alegrías y el juego gris será fundamental. Presión y trabajo constante del equipo hasta que el rival se canse o se aburra y deje algún resquicio para poder aprovechar. Esa es la consigna con la que el Athletic logró salir a flote y la que pretende recuperar en Balaídos.

Pruebas y cambios

En el partido de entrenamiento programado ayer en Lezama se pudo comprobar que a los rojiblancos les cuesta mucho trabajo crear ocasiones. No hay frescura y el jugador con más calidad no está en su mejor momento. Por el motivo que sea, Yeste no aporta el plus de diferencia necesario en los últimos metros.

Mané probó con dos equipos distintos en cada tiempo y dejó entrever que tiene en mente realizar varios cambios. En el primer periodo, el once de los presuntos titulares estuvo formado por: Aranzubia; Expósito, Sarriegi, Amorebieta, Javi González; Iraola, Murillo; Javi Martínez, Yeste, Gabilondo; y Urzaiz.

Las novedades con respecto al último partido ante el Nástic serían la entrada de Javi González por Casas en el lateral izquierdo y Javi Martínez por Aduriz. Con el navarro colocado en banda derecha el equipo modificaría también su esquema y volvería a optar por el 4-2-3-1 recuperando los dos medio centros en la medular.

En el equipo de enfrente se colocaron Lafuente en la portería con Zubiaurre, Luis Prieto, Gurpegi y Casas en la defensa. Beñat e Iturriaga realizaron la función de pivotes con Etxeberria y Dañobeitia en las bandas y Llorente y Aduriz en punta.

El ensayo no agradó demasiado al cuerpo técnico porque los «suplentes» fueron superiores y disfrutaron de las únicas oportunidades para marcar. Aduriz fue el mayor incordio en ataque y en el segundo periodo Mané optó por colocarle con los «titulares» en lugar de Urzaiz.

Su entrada no fue la única. Beñat Etxebarria pasó a formar parte del equipo de los «elegidos» al lado de Murillo. El joven centrocampista de Igorre entró de parte de Gabilondo y el equipo tuvo que cambiar de dibujo. Iraola se colocó en banda derecha, Javi Martínez cerca de Aduriz y Yeste en la izquierda, pero intercambiando de vez en cuando la posición con el navarro. Por su parte, Unai Alba sustituyó a Lafuente en la portería de los menos habituales.

Las prestaciones del equipo mejoraron, pero los suplentes se adelantaron gracias a un gol de rebote de Urzaiz. Su presión sirvió para que el despeje de Sarriegi se colara en la portería de Aranzubia. La reacción no tardó en llegar y Aduriz empató poco después con una jugada personal, pero Mikel Dañobeitia otorgó la victoria a su equipo al aprovechar un balón en largo de Iban Zubiaurre desde el costado derecho.

Tiko toca ya el balón

El centrocampista navarro va dando nuevos pasos en su proceso de puesta a punto tras romperse los ligamentos de la rodilla en el partido que jugó con la selección vasca ante Catalunya. Tiko realizó ayer varios ejercicios en los que tocaba balón demostrando que su recuperación va por el buen camino.

A su vez, Garmendia y Ustaritz continúan recuperándose de sus respectivas lesiones musculares. El central de Abadiño acumula ya cuatro meses sin jugar tras caer lesionado en el último partido de Sarriugarte en el banquillo ante el Sevilla.

Por otro lado, ayer se conoció la fecha en la que se disputará el derbi ante Osasuna en San Mamés. El Athletic recibirá al conjunto navarro el próximo sábado 17 de marzo a partir de las 22.00 horas. El encuentro será retransmitido en directo por La Sexta.