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La conmemoración del centenario de la poetisa gasteiztarra Ernestina de Champourcin concluye con un libro colectivo

GARA | MADRID

El libro «Ernestina de Champourcin. Mujer y Cultura en el siglo XX», presentado ayer en Madrid, reúne las aportaciones de los expertos que participaron en el congreso celebrado hace un año en Gasteiz sobre sobre esta desconocida poetisa de la Generación del 27 y pone punto final a las conmemoraciones del centenario de su nacimiento.

Publicado por Biblioteca Nueva, «recupera una voz que ha sido dejada de lado, a pesar de su reconocimiento inicial», explicó ayer en el Ateneo de Madrid Rosa Fernández Urtasun, profesora de la Universidad de Navarra y coordinadora de la edición junto a José Ángel Ascunce, sobrino de la poetisa y profesor de la Universidad de Deusto.

El olvido se debe principalmente a «su condición de mujer» y a su poética «tremendamente personal, en un momen- to en el que la poesía era más intelectual, alejada de los sentimientos», apuntó Fernández. También influyeron, sin duda, «el largo exilio en México, una manera de ser poco dada a figurar y el hecho de que hasta ahora su obra haya sido muy difícil de encontrar para los estudiosos».

Ernestina de Champourcin (1905-1999), de familia aristocrática, «pero nada tradicional», publicó «En silencio...», su primer poemario, con 21 años, seguido de otros dos que le valieron la inclusión en la antología de Gerardo Diego sobre la Generación del 27. Sus convicciones de izquierdas propiciaron la ruptura con su familia cuando se casó con el también poeta Juan José Domechina, secretario de Azaña, con el que se exilió a México tras la Guerra.

Su última etapa estuvo marcada por sus convicciones religiosas, reflejadas en obras como «Dios en la poesía actual» (1970).

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