La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró ayer que «Alemania no cederá a las peticiones de los extremistas islámicos» y mantendrá el despliegue de tropas en ese país asiático.

El pasado día 10, un grupo insurgente iraquí vinculado a Al Qaeda amenazó a Alemania, Austria y al Estado español si no retiraban las tropas que tienen desplegadas en Afganistán o cualquier otro país musulmán.

Tras reunirse en Berlín con el presidente afgano, Hamid Karzai, señaló que «nuestro compromiso, especialmente en la reconstrucción civil, se dirige a la población afgana y no debemos dejarnos chantajear sobre esta cuestión por personas que son terroristas o tienen un enfoque terrorista».

Mientras, en Kabul se registró un nuevo atentado atribuido a los talibanes, que en los últimos meses han incrementado su actividad armada.

En esta ocasión, el objetivo fue un convoy de la embajada de EEUU que viajaba por la carretera entre Kabul y la base estadounidense de Bagram. Según informó el portavoz de la delegación, Joe Mellott, varias personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, cuando un artefacto hizo explosión a tres kilómetros de la embajada. Mellott subrayó que el embajador estadounidense no viajaba en el convoy.

Por otra parte, Daniele Mastrogiacomo, periodista del diario italiano «La Repubblica» que permanecía secuestrado por un grupo de insurgentes talibanes desde el 4 de marzo, fue liberado ayer en la provincia de Helmand, al sur del país, según confirmó el Ministerio italiano de Exteriores.