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UDALBILTZA Y BEHATOKIA, EN GINEBRA

La ONU abre su puerta a la demanda de nacionalidad de cerca de 6.000 vascos

En la sede del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU se guardan ya 6.000 demandas de ciudadanos que piden que se respete su nacionalidad vasca. Udalbiltza y Behatokia las entregaron en una reunión histórica.

Ramón SOLA | IRUÑEA

Euskal Herria pocas veces ha encontrado abiertas las puertas de la comunidad internacional al máximo nivel, como ocurrió ayer. El presidente de Udalbiltza, Loren Arkotxa, acompañado del representante de Behatokia Julen Arzuaga, logró entrevistarse en Ginebra con Mactahr Ndoyi, representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, con un tema en la agenda: la demanda de nacionalidad vasca.

La entrevista se produce en el marco de la celebración del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La Secretaría General de esta institución tiene abierta una línea de acción para atender casos que incluye en el epígrafe denominado «Negación arbitraria de la nacionalidad». Y fue en este contexto en el que Udalbiltza consiguió entrevistarse con el Alto Comisionado, que es el encargado de recoger informaciones al respecto. En sus manos llevaba 6.000 peticiones de reconocimiento de la nacionalidad vasca suscritas por otros tantos ciudadanos de Euskal Herria durante los últimos quince meses.

La celebración de la reunión se confirmó la pasada semana sin que la noticia trascendiera, y rápidamente Arkotxa y Arzuaga se pusieron en camino hacia Ginebra para participar en una entrevista a la que conceden tintes históricos por su relevancia pero de la que, además, esperan obtener algún resultado práctico en un futuro.

Se incluirá en el informe

Udalbiltza precisó en una nota emitida posteriormente que la reunión no tiene únicamente carácter testimonial: «La importancia de la iniciativa, según el comentario de Mactahr, no se queda sólo en la mera denuncia de la negación del derecho a la nacionalidad, sino en que este documento presentado por Udalbiltza se incluya como aportación en el informe que elabora el Consejo en torno a la `la negación arbitraria de la nacionalidad'».

En el acto, Arkotxa hizo entrega a Mactahr Ndoyi de las 6.000 peticiones firmadas por ciudadanos vascos que indican en ella que quieren ser respetados y aceptados como tales. Udalbiltza lo presenta como una aportación que «tendrá su importancia en los procedimientos internos de la ONU». El volumen de adhesiones recogido no se puede obviar tampoco.

La institución nacional ubicó esta reunión como «un jalón» en su trayectoria, en la que la reivindicación del derecho a la nacionalidad vasca ha sido una constante desde que en el año 2000 miles de ciudadanos le encomendaran esta labor, apenas un año después de su creación.

La plasmación más concreta y conocida hasta la fecha ha sido la Declaración de Nacionalidad Vasca (EHNA), pero en este capítulo entra también la petición que ayer se hizo llegar a la ONU y que ha sido tramitada de modo más modesto durante el último año. Su objetivo es manifestar la disconformidad con la imposición de la ciudadanía española o francesa y reivindicar que la vasca sea respetada.

Con la Declaración de 1948

Udalbiltza no hace sino mostrar un compromiso con el derecho a la nacionalidad establecido por la propia Organización de las Naciones Unidas desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos suscrita en el año 1948 y que decreta que no se puede imponer a nadie una nacionalidad que no desee. Este principio es también el que sirve de base al informe que realiza actualmente la Comisión de Derechos Humanos, a través del Alto Comisionado, sobre «vulneraciones arbitrarias».

Las líneas de trabajo de Udalbiltza y de esta Comisión confluyen precisamente en este punto: la Declaración de 1948. De hecho, la dinámica destinada a recoger todas estas peticiones en Euskal Herria se puso en marcha en la jornada que se destina internacionalmente a conmemorar esta Declaración de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre del año 2005.

Aquel día, Loren Arkotxa resumió la iniciativa afirmando que «es hora de que se reconozca a Euskal Herria en el mundo». La presentación de estas demandas fue impulsada tanto por la institución nacional como por Bai Euskal Herriari y tenía como objetivo declarado llegar a esta Comisión de Derechos Humanos radicada en Ginebra, lo que se logró ayer, según explicaron aquel 10 de diciembre en un acto en Orereta.

En concreto, lo que defendieron Udalbiltza y Behatokia en la sede de las Naciones Unidas en la tarde de ayer es que «se corrija esta vulneración de los derechos» de la que se da cuenta en las 6.000 peticiones depositadas en la ciudad suiza.

Espaldarazo a Udalbiltza

La entrevista viene a suponer además un espaldarazo internacional para la institución nacional vasca, Udalbiltza, que sigue ilegalizada por los tribunales españoles. Loren Arkotxa destacaba tras la cita tanto el contenido como el tono de la reunión y resaltaba la buena acogida de que fueron objeto.

Por su parte, el Observatorio de Derechos Humanos, Behatokia, situó la participación de Julen Arzuaga en la entrevista como «una expresión del trabajo práctico que llevamos a cabo». Y al mismo tiempo saludó positivamente la oportunidad de «haber prestado un servicio concreto a Udalbiltza».

A la atención del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos:

Quiero manifestar,

1. Que soy ciudadano de Euskal Herria.

2. Que Euskal Herria constituye un conjunto humano de carácter nacional. Que aun disfrutando de una rica pluralidad en su seno, es poseedora de una lengua, una cultura y una idiosincracia propias, y en el devenir histórico de Europa ha contado con reconocimiento político institucional durante siglos. Hoy, constituye una nación sin Estado sometida a la República francesa y al Reino de España, aunque ese estatus no ha sido democráticamente decidido por las y los ciudadanos de Euskal Herria, sino que obedece a la política de negación de Euskal Herria desarrollada por los dos estados citados durante los últimos siglos. Esta situación vulnera claramente tanto el Pacto Internacional para los Derechos Civiles y Políticos de 1966 como el primer artículo del Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales que establece que todos los pueblos tienen derecho a su libre determinación.

3. De acuerdo con lo establecido en el artículo 15 de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, a fin de manifestar públicamente mi identidad, tramité la Declaración de Nacionalidad Vasca (EHNA). Con este nombre se conoce el procedimiento y el correspondiente documento para la acreditación de la nacionalidad vasca, que, a solicitud de 125.000 ciudadanas y ciudadanos vascos, puso en marcha la Asamblea de Ayuntamientos y Cargos Electos Municipales de Euskal Herria (Udalbiltza) en 2001. Es Udalbiltza, a través de las y los cargos electos municipales, quien garantiza la veracidad de los datos aportados por el/la solicitante.

4. Que cotidianamente, al no ser admitida mi nacionalidad vasca en diversos ámbitos, soy obligada/o a manifestar contra mi voluntad la nacionalidad [española o francesa], lo cual representa una vulneración de mi derecho a la nacionalidad, ya que de acuerdo con el artículo 15 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos antes citada, toda persona tiene derecho a ella y a nadie se le negará.

5. Que reivindico mi nacionalidad vasca a todos los efectos y en ejercicio de los derechos reconocidos en los pactos internacionales, manifiesto libremente mi voluntad de vivir como ciudadana/o vasca/o. Es por ello que de forma libre extiendo esta petición oficial ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para que mi nacionalidad sea reconocida, respetada, no negada y no se me imponga ninguna otra nacionalidad contra mi voluntad.

«arbitraria"

Arkotxa y Arzuaga se reunieron con Mactahr Ndoyi, representante del Alto Comisionado de Derechos Humanos, que recoge información sobre casos de «negación arbitraria de la nacionalidad» para la comisión competente.

Peticiones recogidas en paralelo al EHNA y sin excesivo esfuerzo

Las 6.000 peticiones presentadas ayer se han recogido sin hacer ruido prácticamente. La iniciativa se presentó a los medios en diciembre de 2005, pero se ha desarrollado sin una campaña de impulso específico. Casi todas llevan la firma de las personas que han tramitado el EHNA desde entonces. A nadie se le escapa que podrían ser decenas de miles más.

R.S.

No Imposición

La Declaración de Derechos Humanos no sólo fija el derecho a la nacionalidad, sino que remarca que a nadie se le podrá imponer otra que no desee, como denuncian que les ocurre estos 6.000 ciudadanos vascos.

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