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Un libro reivindica el papel del cortometraje en el cine vasco

Jesús Angulo, José Luis Rebordinos y Antonio Santamaría son los autores de «Breve historia del cortometraje vasco", libro que intenta poner «a la altura en que siempre debieron estar" estos filmes de poca duración que han sido el prólogo de las carreras de muchos directores.

GARA | DONOSTIA

El libro «Breve historia del cortometraje vasco», presentado ayer en la sede de la Filmoteca Vasca, recorre un periodo que comenzó en 1923 con el filme «Un drama en Bilbao», de Alejandro Olavarría, considerado el primer corto vasco, del que sólo se conserva la mitad del metraje, y llega a la actualidad, en el que la producción de estas pequeñas cintas conoce sus mejores momentos. De hecho, el libro se cierra con un capítulo dedicado al auge actual.

Al respecto, José Luis Rebordinos dijo ayer que el «momento fantástico» que vive el mundo de los cortos tiene que ver con la «vitalidad» de los cineastas, pero también con la «política acertada» del programa «Kimuak», impulsado por el Gobierno de Lakua y actualmente gestionado por la Filmoteca Vasca. Señaló que ha sido el hecho de que los cortos vascos estén ahora «presentes en muchos sitios, incluidos los Oscar», el que les ha llevado a dedicar al auge actual ese último capítulo, en el que se habla también «de futuro, de esperanzas y de un camino que tiene mucho recorrido».

En ese capítulo, el lector se topará con los nombres de Nacho Vigalondo, Borja Cobeaga, Koldo Almandoz, Asier Altuna o Telmo Esnal, representantes de una generación de nuevos directores que hacen un cine «tan fresco como heterogéneo».

El primer capítulo del libro lo ocupan los cortos rodados desde 1923 a «Ama Lur» (1968), que, pese a ser un largometraje, explicó Jesús Angulo, es un filme «de referencia» en la historia del cine vasco.

Los siguientes capítulos abordan las décadas de los 70 y 80, por una parte, y la de los 90, por otra. En esta última destacan realizadores ya consagrados, como Enrique Urbizu, Julio Médem o Alex de la Iglesia, que se iniciaron precisamente en el cortometraje.

CANTERA

El lector se topará con jóvenes realizadores emergentes, como Vigalondo, Cobeaga, Almadoz, Esnal y Altuna, pero también con Urbizu, De la Iglesia o Médem, que empezaron rodando cortometrajes.

EXPERIMENTOS

El libro incluye un apartado especialmente dedicado a los cortometrajes experimentales y artísticos, en el que destacan nombres como los de Rafael Ruiz Balerdi y José Antonio Sistiaga.

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