GARA > Idatzia > Musika

«Teníamos cosas que decir y tuvimos la desfachatez de subir al escenario y hacerlo"

PEDRO "AIANAI"

CANTANTE DE POTATO

La locura puesta en marcha hace veintitrés años por Potato toca a su fin. Con la imposibilidad de reunir al trío vocalista original -Johnny Brusco falleció el pasado año-, Aianai y Paco Pko, único miembro permanente de la banda, vuelven a la carga con sus letras reivindicativas y sus ritmos juguetones. La Euskadi Tropical, cansada de rular, se planta.

Anartz BILBAO | BILBO

Capital artificial de un país singular, Gasteiz vio nacer a Potato en los convulsos años 80 del punk, para crear la Euskadi Tropical a base de ska y reggae. La original idea de los vocalistas Johnny Brusco, Paco Pko y Aianai toca a su fin tras veintitrés años, después de nueve trabajos y de acoger a medio centenar de músicos. El cantante Pedro Aianai, nos habla de Potato, la Punky Reggae Party Banda.

En los convulsos 80, ¿cómo y por qué nace la banda?

Potato nace del punk. Tres cantantes -analfabetos musicales-, Juan Boricó, Pako Pko y yo, Aianai, aprovechamos la circunstancia. Teníamos cosas que decir y tuvimos la desfachatez de subir a un escenario para decir lo que pensábamos y, además, a contracorriente. Todo lo que había en aquella época era música muy acelerada, incluso violenta, con muchos gritos, y nosotros aparecemos diciendo cosas parecidas con un ritmo mucho más relajado, el reggae y el ska. Así surgió nuestra locura, la Punky Reggae Party Banda.

Euskadi Tropical. ¿Cómo recuerda los inicios?

La primera actuación de Potato fue el 31 de diciembre de 1984. Al principio, lo hacíamos mucho, tomábamos las verbenas de pueblo por asalto y, en un descanso, tocábamos durante media hora; no había para más. Tocamos en las primeras fiestas alternativas de Gasteiz, el 7 de agosto de 1985 en La Florida, y acto seguido nos fuimos a Jamaica los tres cantantes y un grupo de amigos, uno de ellos incluso vestido de blusa.

Cuéntenos algo sobre aquel primer viaje a Jamaica.

Salimos de Foronda y aparecimos en Kingston. Llevamos discos para que vieran que aquí, en Euskadi, también se hacía reggae y ska. Habían salido los discos de Hertzainak, La Polla, Kortatu y también llevamos una maqueta de Potato. Se reían bastante con nosotros. Allí adquirimos ideas que proyectamos en Potato, cada cantante adaptando el estilo que más le convenía. Ese viaje nos dio mucha moral para volver a Gasteiz y empezar a componer canciones propias como locos.

Algo bulle en Gasteiz.

Muchísima dinámica. Eran los años ochenta, el punk hizo que surgieran bandas sin que tuvieran ni idea de tocar. Había solidaridad entre los músicos, nos dejabamos los equipos, compartiamos local de ensayo y tocabamos mucho juntos, con Hertzainak, Cicatriz, La Polla, Rip... Pero lo que más recuerdo de Gasteiz en aquel tiempo es la variedad de colectivos, no sólo de grupos musicales, sino de gente que editaba fanzines, que hacía cortos, que dibujaba, que pintaba. Todo se juntaba en el Casco Viejo. De ahí salieron procesiones ateas, grupos anarquistas, ecologistas radicales... Había mucha actividad, no había uniformidad. Hubo un momento que la situación política devino como devino, todo tenía que estar centrado en el MLNV y toda esa variedad desapareció.

Grupos como el suyo difundieron los clásicos del reggae.

Cuando empiezas tiendes a imitar lo que te gusta. Recuerdo la primera canción que hizo Potato, «Monkey Man», pero no el original de Toots of The Maytals, que lo descubrimos después, sino el de los Specials. También «Miguelín el Cashero» es una versión de un clásico de Byron Lee, o «Jamaica Ska». Nosotros teníamos colegas que venían de Londres y les gustaba el reggae, y de ahí contribuimos un poco a difundirlo, al igual que otros grupos como Kortatu. Si hemos contribuido a que la gente vuelva a los clásicos, nosotros encantados, porque queremos que se difunda y hacer más partícipes a otros de esta música.

Echando la vista atrás, ¿cómo ve los trabajos editados?

Tengo la impresión de que todavía ningún disco ha logrado reflejar lo que es Potato en directo. Tal vez el único que se aproxime es el «Plantala», de 1995, porque tennía un productor reggae que sabía lo que se hacía. Hay discos y canciones muy buenas, pero no hemos sabido ni hemos tenido la capacidad de reflejar el espíritu, ni siquiera con el «Directo Directo». Falta un disco que recoja eso que trasmite Potato en directo, que es muy difícil.

Medio centenar de músicos han desfilado por la banda.

Gracias a eso Potato ha durado 23 años. Por la sucesión tan variada que ha habido de músicos y sobre todo porque siempre ha habido un referente desde el principio, Paco Pkao. En cuanto a los músicos, todos han dejado una huella memorable en Potato, con distintos grados de implicación a nivel creativo, lógicamente. Hay que tener en cuenta que Potato no es un grupo profesional, te tienes que buscar la vida y es muy difícil de compaginar, pero todos eran excelentes personas y siempre ha habido un buen trato y muy buen rollo.

Se acabó. ¿Por qué aquí y ahora?

La posibilidad de volver a juntarnos los tres cantantes hubiera mantenido la banda viva más tiempo. Al cerrarse esa posibilidad -Juan Boricó o Johnny Brusco falleció el año pasado- y al estar Paco ya cansado, porque 23 años son muchos, consideramos que Potato ya ha dado de sí todo lo que tenía que dar. Paco dice que él ya ha pecado lo suficiente.

¿Qué legado nos deja Potato?

No creo que fuéramos un grupo trascendente, pero quizás fuimos pioneros en abrir el abanico del reggae y contribuimos a su difusión, porque antes sólo se conocía a Bob Marley y poco más. Espero que en el recuerdo de mucha gente quedara que se lo pasó de puta madre bailando con nosotros.

¿Qué ofrece la última gira?

Es imposible tocar todas las canciones, por lo que hemos hecho varios popurris en los que condensamos varias canciones que están sorprendiendo al público. Llegamos a tocar entre 40 y 45 temas, no todos íntegros. Será un largo repaso a Potato.

¿Han pensado en editar un epílogo?

Nos gustaría sacar un dvd que recoja lo que es Potato en directo. Un concierto bueno y bonito sería el del 4 de agosto, ya que vamos a tocar en el comienzo de las fiestas de la Blanca en la plaza de los Fueros. Esperamos sacar imágenes de ese concierto, grabarlo y tener material por si se puede sacar un dvd de unos 50-60 minutos, que podría tener algun extra, algún vídeo antiguo como el de «Miguelín el Casero». Tenemos ideas, otra cosa es que lleguemos a hacerlas realidad.

LOS INICIOS

«Al principio, tomábamos las verbenas de pueblo al asalto y, en un descanso, tocábamos durante media hora; no había para más»

GASTEIZ

«Recuerdo de los ochenta es la variedad de colectivos, no sólo grupos musicales, sino gente que editaba fancines, hacía cortos...»

«Hubo un par de momentos en la historia de Potato que pudieron ser el final"

Aianai recuerda muy bien fechas, anécdotas y detalles de la aventura que nació del punk. En el fascinante viaje a Jamaica de 1985 visitaron los estudios Tuff Gong, de Marley y el de Jimmy Cliff.

Charlamos sobre el movimiento social de aquella época y recuerda entre otros, a la Asamblea de Parados de Abetxuko, con los que estuvieron muy ligados, y las procesiones ateas de Semana Santa: «Salíamos unos cuantos pirados con pancartas, cruces invertidas y con un grupo de músicos, que se hacía llamar la Banda Municipal de Ska, con trompetas, palos... tratando de animar aquello». Todo surge en el Casco Viejo de Gasteiz, donde también se mueve la banda. Son los años ochenta, cuenta Aianai: «El punk fue muy importante y Franco prácticamente acababa de morir hace poquitos años, teníamos unas ganas locas de comérnoslo todo y descubrirlo todo, tanto lo bueno como lo malo».

Hablamos también de las drogas, cómo no: «Todo el mundo tenía que meterse heroína para probar, hasta que nos dimos cuenta que era muy peligroso; aunque demasiado tarde para mucha gente que se quedó en el camino, como la gente de Cica o de Eskorbuto». Bien distinta es la relación de la banda ska con la marihuana: «Que siga siendo ilegal es una hipocresía más de la sociedad, pero ya no vamos haciendo apología de nada. En este sentido, la genial `Plántala' es un tema que dice todo lo que pueda pensar Potato respecto a ese tema. Autogestión, plantala tú mismo y dale así legalidad».

Hubo también varios momentos en la historia de la banda que pudieron resultar ser el final: «Uno fue después de `Plántala',, cuando Julen Trepiana y Javier Olloki, hasta entonces alma musical de Potato, dejan la banda». Paco Pko decide entonces seguir adelante. La edición del lp en directo, con la colaboración de antiguos componentes fue el segundo. Pero hasta aquí han querido llegar, para despedirse agradeciendo como es debido el cariño recibido.

Se declaran patateros y les encanta su ciudad, de la que hablan en sus temas. Allí ofrecerán su último y emotivo concierto, el día de la bajada de Celedón. La banda actual, compuesta por el batería Roberto Gurt, el bajo Pity Blázquez, los hermanos Iñigo y Nando Arrieta a la trompeta y al trombón y los jóvenes bilbainos Xabier Velle, guitarra, y Joseba Negro, teclas, se acompañará por ilustres ex componentes, comandados por los incombustibles Aianai y Paco Pko.

A.B.

EL ADIóS

«Seguir con los tres cantantes hubiera mantenido la banda viva más tiempo. Pero Johnny Brusco falleció y Paco dice que ya ha pecado suficiente»

REGGAE

«Si hemos contribuido a que la gente vuelva a los clásicos, nosotros encantados, porque queremos que se difunda esa música»

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo