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Copa, final

Una inspiradísima Ciobanu lidera la hazaña del Akaba Bera Bera

Las donostiarras, amparadas en la impresionante actuación de la portera rumana y en una segunda parte para enmarcar, consiguieron su primer título copero a costa del todopoderoso Ribarroja, al que endosaron un terrible 15-8 de parcial tras el descanso

AKABA BERA BERA 25

RIBARROJA 22

Aritz SORZABAL | DONOSTIA

Akaba Bera Bera escribió ayer una de las páginas más brillantes de su historia al derrotar al todopoderoso Cementos La Unión Ribarroja en L'Eliana y traerse a Donostia su primer título copero. Las donostiarras, que ya habían roto los pronósticos al eliminar en cuartos de final y en semifinales al Itxako y al Orsan Elda, respectivamente, arrollaron a su rival en una segunda parte para enmarcar.

La defensa y la descomunal actuación de la portera Mihaela Ciobanu, que paró tres penaltis y firmó un 58% de efectividad tras el descanso, desarbolaron al defensor del título y actual líder de la Liga. Un triunfo que sirve para vengar la derrota cosechada en la final del pasado año ante el propio Ribarroja.

Las guipuzcoanas saltaron a la cancha dispuestas a no dejar pasar una nueva oportunidad de hacer historia y cobraron una ventaja inicial de dos goles (3-1) para el minuto 4, desmontando la defensa abierta del equipo valenciano conectando con el pivote y a base de penetraciones de una entonada Raphaelle Tervel -la francesa fue designada mejor jugadora de la final-.

Ribarroja sustituyó esa defensa por un 6-0 y el choque cambió por completo, ya que las jugadoras dirigidas por Gregorio García se fueron en el marcador. Akaba, que se atascó ante la muralla rival, marcó sólo dos goles en los últimos catorce minutos de la primera parte, lo que hizo que de un 8-8 se pasará al 14-10 con el que se llegó al descanso.

Llega la remontada

Ribarroja se las prometía felices, pero todavía quedaba por ver si la salida del Akaba de vestuarios iba a ser tan productiva como en cuartos y semifinales. Y las jugadoras de Tati Garmendia, que no pudo asistir al partido por la neumonía diagnosticada el sábado en tierras valencianas, se superaron a sí mismas y saludaron la segunda mitad con un 6-1 con el que dieron la vuelta al marcador para el minuto 40.

A partir de ahí, con Ciobanu parándolo casi todo, Akaba ya no perdería la delantera en el marcador y llegó a obtener una renta de tres goles (21-18) a falta de catorce minutos. La portera rumana paró dos penaltis consecutivos y no permitió que Ribarroja se aproximara más allá del 21-20 de minuto 52. Las donostiarras aguantaron el tirón de su rival y fueron capaces de no encajar gol cuando, a seis minutos del final y con 23-20 a favor, se quedaron con una jugadora menos.

Ciobanu siguió con su recital bajo los palos, mientras que Esme López colocó el 24-21 con una preciosa rosca al contrataque y sentenció desde el extremo al anotar el definitivo 25-22 dentro ya de los últimos segundos. La alegría se desbordó en el banquillo vasco, que celebró como se debe un título de tanto prestigio. El teléfono móvil se convirtió entonces en el principal medio para transmitir la buena noticia a los allegados más próximos.

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Tati Garmendia, la gran ausente en la cita histórica

Al término del partido, Ana Karrere tuvo palabras de recuerdo para Tati Garmendia, que no pudo asistir al encuentro por una neumonía que le fue detectada horas antes del partido de semifinales. Debido a la ausencia de la entrenadora donostiarra, en cama por culpa de su enfermedad, fue la propia Karrere quien tuvo que dirigir al equipo guipuzcoano desde la banda.

La entrenadora en funciones destacó que sus jugadoras nunca pensaron que el partido estaba perdido en el descanso, cuando Cementos La Unión Ribarroja ganaba por cuatro goles (14-10). «Sabíamos que iba a ser muy difícil, pero somos un equipo muy trabajador y además contamos con la mejor portera y la mejor jugadora de este torneo -en alusión a Ciobanu y Tervel, respectivamente-», señaló.

Karrere desveló que sus jugadoras hablaron en el descanso entre ellas para ajustar los problemas defensivos que habían tenido en la primera parte «y entre todas hemos podido levantar el partido, aunque con mucho sufrimiento», apostilló. Asimismo, remarcó de nuevo la labor de Mihaela Ciobanu bajo los palos, de la que dijo que «ha funcionado perfectamente» y subrayó que el triunfo es «un hecho histórico para un club basado en el esfuerzo y en el trabajo».

El entrenador del Ribarroja, Gregorio García, indicó que la clave de la derrota de su equipo estuvo en los errores de lanzamiento. «Hemos perdido intensidad defensiva, paciencia en la elaboración de las jugadas y el partido se ha vuelto loco, que es lo que convenía a Bera Bera», afirmó.

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