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Los productos químicos peligrosos están presentes en muchos trabajos

a Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM) ha iniciado una campaña sobre «Cáncer profesional. Cáncer cero. Guia sindical para la prevención" para recordar a los trabajadores que deben tener precaución en el trabajo porque entre el 8% y el 16% de los casos de cáncer están causados en el lugar de trabajo. L

Juanjo BASTERRA

La organización internacional reconoce que el cáncer profesional es «la epidemia olvidada» y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que «es con mucho la causa de muerte relacionada con el trabajo más común, superando con creces a los accidentes y otras enfermedades profesionales». La FITIM destaca, ante todo, que la industria química trata de ocultar la gravedad del problema ante los trabajadores. «El cáncer profesional se considera un problema superado o inexistente. Las industrias que crean los riesgos se han cuidado mucho de asegurarse de que se les permita fabricar y comerciar con las sustancias causantes del mal y beneficiarse económicamente. Admitir su responsabilidad supondría un responsabilidad evidente ante los tribunales», señala la organización internacional.

Hasta que el reglamento europeo sobre el control de los productos químicos (REACH) entre en vigor, las más de cien mil sustancias químicas seguirán distribuyéndose y fabricándose en las empresas, muchas de ellas sin los controles adecuados, por lo que tampoco se conocerán los riesgos.

Según la FITIM, el 32% de las muertes relacionadas con el trabajo en el mundo se deben a los cánceres; otro 26% de los fallecidos se debió a enfermedades del aparato circulatorio y un 17%, a accidentes de trabajo. «En estudios sobre los actuales niveles de cánceres relacionados con el trabajo se ha llegado a la conclusión de que la verdadera contribución del trabajo a las muertes por cáncer quintuplica este nivel», indica esa organización. De hecho, estudios recientes calculan que «la contribución del lugar de trabajo se sitúa entre el 8% y 16% de todos los cánceres». Una estimación «prudente» de la OIT al respecto determina que «cada año mueren más de 600.000 personas por esa causa, lo que supone una cada 52 segundos».

Mayor riesgo

Una de las conclusiones a las que llega esa guía sindical es que «hoy hay más personas que corren riesgo de cáncer en el lugar de trabajo que en cualquier otro momento de la historia. Lo que ocurre -indica- es que la mayoría de ellas no lo saben».

La Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye en una de sus investigaciones que entre el 20% y el 30% de los hombres y entre el 5% y el 20% de las mujeres de la población en edad de trabajar «pueden haber estado expuestas a un riesgo de cáncer profesional de pulmón durante su vida laboral».

La oficina de estadística francesa Dares publicó en 2005 que «más de uno de cada ocho trabajadores están expuestos a sustancias que pueden causar cáncer en el lugar de trabajo». El estudio francés reveló que un 13,5% de los trabajadores del Estado francés estaba expuesto a uno o varios productos capaces de producir cáncer en el lugar de trabajo.

En este caso, los trabajadores menos cualificados tenían «ocho veces más probabilidades de riesgo que los administradores». El problema no se queda ahí, puesto que la base de datos Carex de la UE de exposiciones profesionales a carcinógenos indica que a comienzos de la década de los noventa del siglo pasado había entre 22 y 24 millones de trabajadores, es decir en torno al 23% de la población ocupada, sufrió exposiciones en el lugar de trabajo al riesgo de cáncer profesional. Las más comunes eran la radiación solar, el humo del tabaco, el dióxido de silicio cristalino, el radón y el polvo de madera. Entre todos ellos destaca el asbesto, que actúa de forma silenciosa.

Tudor, condenada

Estos días se ha conocido una sentencia del Juzgado de lo Social número 1 de Zaragoza, por la que el trabajador Miguel Sanz Utrilla, trabajador de la empresa Tudor, falleció pos asbestosis contraída en su trabajo. La sentencia obliga a la empresa a indemnizar con 54.000 euros a su hijo, que interpuso la demanda.

La FITIM pide a los trabajadores que actúen en el lugar de trabajo con seguridad. Para ello deberán identificar los riesgos. Una vez conocidos, se debería obligar a la empresa a que sean sustituidos por productos menos dañinos. También deben apoyar a los trabajadores afectados y, sobre todo, deben tener en cuenta que «no se debe de hacer el vacío a los afectados, porque igual más adelante somos nosotros mismos los que caemos en el cáncer y a nadie le agrada que le esquiven».

Es fundamental que las evaluaciones de riesgos sean específicas y completas, para que «no dejen ningún resquicio de duda sobre la seguridad en el puesto de trabajo».

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