Si la lucha sobre el parqué se presenta apasionante, la guerra táctica y dialéctica que pueden protagonizar Boza Maljkovic y Pini Gershon no le irá a la zaga. «La mayoría de los dirigentes del Maccabi son buenas personas, muchos incluso son inteligentes» ó «en mis equipos no hay democracia», son dos de las perlas que ambos técnicos han ofrecido en sus distintos destinos, pero, detrás de estas frases tan impactantes, se parapetan dos de los mejores técnicos. Ambos dejaron la práctica del baloncesto siendo muy jóvenes porque eran «muy malos», para terminar como los más premiados del baloncesto continental. Los números no engañan y entre ambos suman siete Euroligas; cuatro del serbio (89 y 90 con la Jugoplastika, 93 con el Limoges y 96 con Panathinaikos) por tres del judío, todas ellas con el Maccabi (la de la escisión de 01, 04 y 05).

Después de que Ivanovic y Perasovic cayeran ante el israelí -la manera en la que desconectando a Prigioni eliminó al Baskonia en Praga le hizo mucho daño a Peras- Kerejeta ha apostado por el maestro de ambos en la mítica escuela yugoslava para vencer a este obstáculo que parece insalvable. Trabajador incansable, «os puedo asegurar que nadie va a trabajar más que nosotros» al poco de llegar a Gasteiz, Boza destaca por su capacidad de adaptarse a sus diferentes equipos. Ganó la Euroliga con la ultraofensiva Jugoplastika y con el defensivo Limoges y desde su llegada a Gasteiz su mano ya empieza a notarse. En apenas dos semanas, hemos visto al equipo prescindir de jugadores importantes para darles descanso o a jugar una zona 3-2 con cuatro pequeños, algo impensable en los últimos años.

Bocazas

Los éxitos y las genialidades tácticas del ultraortodoxo y racista Pini Gershon han quedado muchas veces solapadas por su incontinencia verbal. Y es que, frases como las que le costaron el puesto en 2001, desprestigian a cualquiera. «Incluso entre negros hay diferentes colores. Hay negro oscuro, y hay mocca. Los tipo mocca son más listos, normalmente el color más oscuro viene de la calle.... los negros más oscuros son estúpidos, harán cualquier cosa que les digas, como esclavos», afirmó.

Incapaz de separar la persona del personaje, Pinhas Gershon ha desarrollado toda su carrera en Israel, especialmente en el Maccabi, club con el que mantuvo una relación de amor-odio, pasando de ser su mayor azote a su mayor defensor en sus distintas etapas. Ha criticado a directivos, jugadores y rivales como el hoy su pupilo Sofocles Schorchianitis, del que dijo que «está tan gordo que para rodearlo tuvimos que comprar 17 galones de gasolina... Y el precio de la gasolina subió». Nada más perder la final de Praga ante el CSKA anunció su enésimo adiós del club y este año se puso al mando del ambicioso proyecto del Olympiacos.

Variedad táctica

Pero al margen de su incontinencia verbal, Maljkovic y Gershon son dos grandes técnicos a los que se ha enfrentado el DKV Joventut esta temporada y cuyo segundo entrenador, Sito Alonso, desgranó para GARA lo que pueden aportar a sus equipos.

Maljkovic llegó a Badalona con un solo entrenamiento, pero desde entonces ya ha notado la mano del serbio. «Creo que fuera de casa Boza le ha dado un sentido más táctico al equipo. Por ejemplo, poniendo a Planinic de 4 en los momentos importantes para jugar situaciones de uno contra uno ante Fucka. Estas son las cosas que ha cambiado en Tau: quizás en algunos momentos no tenga esa energía, esa rapidez y velocidad que tenía antes, que seguramente siempre la tenga en casa, pero fuera de casa es un equipo táctico; más lento, más zonal en algunos momentos», explicó.

Sobre Gershon desveló que le ve muy a gusto rodeado de un cuerpo técnico casi totalmente israelí. «El problema que pudieran tener con Gershon es más bien cuando vayan a Grecia. Es táctico, sí, pero no a diferencia de muchos entrenadores. Creo que define mucho táctico a nivel de scouting, si tiene un jugador en contra con peor mano que otro, va a flotarlo continuamente, retándolo a que lance, y mucha mayor ayuda a la penetración...», explicó.

El ayudante de Aíto García Reneses también es de los que piensa que ambos técnicos preparan algún «detalle novedoso» para la eliminatoria, pero entiende que Gershon lo tendrá difícil para volver a ahogar a Prigioni. Centrado en aspectos tácticos, Alonso restó importancia a la influencia de dos técnicos con pedigrí en el banco. «Son diferentes, con estilos característicos, y este tipo de entrenadores tienen un carácter especial, pero nada fuera de lo habitual. Puede que a Gershon le guste ser el centro de las protestas, pero sin más».