La familia de Frida Kahlo trata de controlar la explotación de su imagen
GARA | MÉXICO
Los únicos parientes con vida de Frida Kahlo intentan desde una empresa familiar controlar la masiva explotación comercial de la imagen de la pintora mexicana, una auténtica mina de oro que ya casi se equipara con el tequila y los mariachis como símbolo nacional de México.
La hija, la nieta y la bisnieta de la hermana pequeña de la artista, Cristina, componen la compa- ñía Frida Kahlo Corporation (FKC), que expide licencias para comercializar el nombre y la imagen del personaje a cambio de una regalía sobre las ventas, que oscila entre el 2 y el 5 por ciento. La firma tiene su sede en una antigua casa de Coyoacán, un distrito colonial del sur de la capital mexicana donde la artista residió durante parte de su vida.
Recientemente, la sobrina nieta de Frida, Mara Romeo, ha explicado que la compañía surgió a raíz de un libro «que hablaba muy mal» de su abuela Cristina, un año menor que la artista. Cristina es la madre de Isolda Pinedo Kahlo, la cabeza de la empresa, aunque las que la manejan en la actualidad son Mara Romeo y la hija de ésta, Mara de Anda. Al descubrir el libro, las «sobrinas» acudieron a una firma legal a pedir consejo y descubrieron que quien tenía derechos sobre el nombre y la imagen de la pintora eran Isolda y su descendencia, por lo que decidieron crear la compañía, que funciona como «un órgano regulador», según Mara Romeo.
Una aparición digna
El objetivo, agregó, es que «los productos tengan todo ese espíritu que ella tenía, que sean fuertes e innovadores, sobre todo mexicanos. La familia tiene que cuidar la imagen de Frida Kahlo para que nos represente en todos los países dignamente», puntualizó.
Consultada sobre la creciente rentabilidad de la imagen de la pintora, prefirió no dar datos de los resultados económicos de la compañía y sólo reveló que aún no es autosuficiente pero que espera que lo sea en el futuro.