Se acercan las elecciones y ya estamos en la noria de las ilegalizaciones. ASB parece no tener futuro como marca de partido y la izquierda abertzale presenta candidaturas municipales, conformadas por los vecinos para que les voten, o no, sus convecinos. Pues tampoco, nos dicen los sesudos editorialistas y creadores de opinión.

El de «El País» se viste el capote de sumo pontífice y sentencia: «ASB es un disfraz de Batasuna (...) el disfraz es muy ligero». Y firma por eso su condenación eterna. No le va a la zaga «El Mundo», cuyo escriba se ampara en la frase ocurrente del señorito: «La intervención de ayer de Pernando Barrena, sentado junto a un silente Otegi, refleja, tal y como dijo acertadamente Rajoy, `una chulería que no es aceptable en una democracia moderna'». Y habla el de «El Mundo» de chulería... para mondarse de risa.

También el de «Diario de Navarra» pedía prohibiciones para el independentismo vasco. Lo hacía, además, mostrando cierta indignación: «sin variar un ápice sus postulados violentos, la formación proetarra busca recovecos democráticos para tratar de burlar la Ley de Partidos. La obligación de todas las instituciones es impedir semejante afrenta al Estado de Derecho». ¡Y encima los afrentados son ellos!

En parecidos términos se pronunciaba el editorialista de «El Correo Español» y «El Diario Vasco» señalando el camino a ZP: «es responsabilidad del Gobierno y de los tribunales extremar su actitud vigilante para garantizar la limpieza del proceso electoral, evitando la posible presentación de candidaturas que escondan un propósito fraudulento bajo una apariencia más o menos inmaculada». Lo de la «limpieza del proceso electoral» no alcanza ni a la categoría de sarcasmo.

El que, como casi siempre, hablaba más claro era el de «La Razón». Allí se contaba a las claras el papel que cada cual ha de cumplir en este teatrillo: «la verdadera función de la Fiscalía no es impedir la presencia en las elecciones del 27-M de un partido en concreto, en este caso ASB, sino evitar que Batasuna concurra de cualquiera de las maneras en los comicios, incumpliendo así la Ley de Partidos. Y ahora es cuando se debe exigir a jueces, fiscales y Gobierno la mayor diligencia para evitar que los radicales abertzales repitan la burla cometida en las últimas elecciones al Parlamento Vasco, en las que `colaron' al Partido Comunista de las Tierras Vascas tras lanzar el señuelo de Aukera Guztiak». Estos sí que lo tienen claro. Y no se empeñan en disimular.