El proceso de paz norirlandés nos brinda otra imagen para la historia: el futuro primer ministro norirlandés, Ian Paisley, estrecha la mano del primer ministro irlandés, Bertie Ahern, en público. Paisley dijo a los informadores que se habían congregado para cubrir la reunión: «tengo que estrechar su mano. Tengo que darle el apretón», y así lo hizo, al tiempo que le daba unas palmadas en la espalda. Con anterioridad a esta reunión, Paisley se había negado a saludar de esta manera a Ahern hasta que se solucionará el conflicto en el norte de Irlanda.

La importancia del encuentro, así como de la expresión pública de buena voluntad de Ian Paisley, que hasta ahora había atacado con dureza lo que los unionistas consideran «injerencias» de Dublín en cuestiones norirlandesas, muestra que el líder del DUP no se deja amedrentar por las fugas que se siguen produciendo en su parti- do. Ayer, Stephen Herron se convirtió en el séptimo concejal que abandona el partido, uniendose a otros cinco en Ballymena -centro neuralgico del DUP y en el que el DUP pierde la mayoría en el ayuntamiento- y un sexto en Ballymoney.

El gesto del líder unionista para con Ahern ha sido bien recibido por el republicano Martin McGuinness, que actuará como viceprimer ministro de Paisley en el nuevo gobierno. McGuinness afirmó que sus encuentros con Paisley, el último de ellos el martes, confirman su creencia en la voluntad del líder unionista de reiniciar el trabajo de las instituciones políticas norirlandesa «con el espíritu correcto».

McGuinness también anunció que Catriona Ruane, Conor Murphy y Michelle Gildernew serán los ministros de educación, desarrollo regional y agricultura, respectivamente, mientras que Gerry Kelly trabajará con McGuinness en la oficina del viceprimer ministro.

Y mientras continúan los avances en el proceso, los paramilitares lealistas del UDA han afirmado que no se desarmarán a corto plazo durante una conferencia en la que, junto con el jefe de la Policía norirlandesa, examinaban cómo poner fin a las actividades criminales de la organización, que recientemente recibió un millón de libras.

Precisamente, ayer se hizo público el informe sobre la connivencia entre lealistas y fuerzas de seguridad en las bombas de Dublín y Monaghan, que causaron 33 víctimas en 1972, y en el que se apunta que el Estado irlandés, y no sólo las fuerzas de seguridad de la república irlandesa, son responsables por los fallos en la investigación.