Los intensos enfrentamientos entre elementos tribales y milicianos extranjeros en el noroeste de Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, dejaron al menos 60 muertos, según informaron ayer fuentes de los servicios de seguridad.

Según estas fuentes, consultadas por AP, unos 50 de los 60 fallecidos en la región de Waziristán Sur eran uzbekos. El resto eran milicianos tribales que están llevando a cabo una sangrienta campaña contra los combatientes extranjeros, algunos de los cuales están presuntamente vinculados a Al Qaeda.

Fuentes militares, por su parte, cifraron en quince los insurgentes uzbecos muertos tras un ataque de tribus locales respaldadas por el Gobierno paquistaní.

Los miembros tribales entraron en un búnker y capturaron, además, a otros catorce uzbecos, en una operación liderada por los comandantes Maulvi Nazir y Sher Jan, quienes aseguraron que los ataques continuarán hasta que desaparezca «el último extranjero» de esta región, según la citada fuente.

Los combates entre ambas partes se iniciaron el martes por la noche con un intenso fuego cruzado y el lanzamiento de obuses en Wana, la capital. Cientos de miembros de las tribus locales tocaron literalmente tambores de guerra para luchar contra los insurgentes uzbecos, e instaron a la población de la zona fronteriza con Afganistán a ayudarles a expulsarlos.