Los médicos de Mogadiscio hicieron ayer un llamamiento para que se entierre rápidamente a las víctimas mortales de los cruentos enfrentamientos de la pasada semana entre el Ejército etíope y los insurgentes islamistas para evitar la propagación de enfermedades.

«Aconsejamos a la población que entierre los cadáveres», declaró en una radio de Mogadiscio Abdullahi Sheij, miembro de la asociación de médicos.

Aunque ayer no se registraron combates en la Mogadisciopor segundo día consecutivo, los habitantes de capital somalí no se atreven a recuperar los muertos para enterrarlos por temor a que los enfrentamientos vuelvan a producirse.

Según asociaciones de defensa de los derechos humanos, los muertos en Mogadiscio la pasada semana podrían ser casi 400.

«Tenemos previsto salir a las calles para recuperar cadáveres», explicó a France Presse Hussein Aden Korgab, un jefe tradicional del clan Haniwe. «Estamos buscando medios para acudir a los barrios más inestables, donde yacen los cadáveres», añadió Aden Korgab, que explicó que están en contacto con el Ejército etíope.

El martes, el clan Haniwe -contrario al Gobierno provisional somalí y aliado de los insurgentes islamistas- y el Ejército etíope llegaron a un acuerdo por el que cesarían las hostilidades y cada bando procedería a enterrar a sus muertos.

Del 29 de marzo al 1 de abril, el Ejército etíope e insurgentes islamistas de Mogadiscio se enfrentaron empleando armamento pesado.

El objetivo de los militares etíopes era acabar con la insurrección islamista, que ataca regularmente en Mogadiscio desde la caída de los tribunales musulmanes de Somalia hace apenas tres meses.