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Jesús UZKUDUN Responsable Salud Laboral CCOO-Euskadi

El cáncer profesional existe

Los datos sobre la muerte de trabajadores por cáncer profesional son múltiples y dispares. La OIT asegura que cada año mueren en el mundo 600.000 Queda mucho por hacer. Las estadísticas señalan que «no hay muertes por enfermedad profesional", lo que genera la pobre cultura y acción preventiva

Aunque lo hacemos todos los días, el próximo día 28 reivindicaremos con más fuerza nuestro derecho a la Salud y la Seguridad en el trabajo, coincidiendo con la campaña de la Confederación Sindical Internacional para exigir la prevención frente al amplio uso de sustancias cancerígenas, tan extendidas hoy día desde la industria siderúrgica, a la química, la limpieza,... Los datos sobre la muerte de trabajadores y trabajadoras por cáncer profesional, son múltiples y dispares.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) asegura que cada año mueren en el mundo más de 600.000, lo que supone multiplicar por cuatro o cinco las ya de por sí inadmisibles cifras de muertes por accidente de trabajo. Cuando CCOO pelea por el reconocimiento de las víctimas del amianto no lucha por «cosas viejas», como manifestaba un directivo empresarial; trabajar expuesto a cancerígenos, sin información ni prevención adecuada, supone admitir una «acción asesina retardada», por lo que resulta inadmisible que la mayoría de las empresas y Servicios de Prevención eludan la información y prevención en la manipulación de estas sustancias.

El reconocimiento del origen profesional de cánceres y asbestosis en trabajadores de F. Bereciartu, Sidenor, Nervacero, Paisa, Elezqui, Envases Metalúrgicos de Alava, Arcelor, CAF, F. Flexic..., ha demostrado que pequeñas exposiciones son suficientes para generar la enfermedad, posibilitando la adopción de medidas preventivas ante la eventual aparición de nuevos enfermos. «Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que el INSS reconozca una muerte por enfermedad profesional».

La actividad perseverante de CCOO demuestra que es posible desmentir esta extendida opinión y resulta lógico que las empresas causantes paguen indemnizaciones millonarias como responsables del sufrimiento generado con su déficit preventivo.

Sin embargo, queda mucho por hacer. Las estadísticas del Ministerio de Trabajo, incluido del Gobierno vasco, señalan que «no hay muertes por enfermedad profesional», lo cual genera la pobre cultura y acción preventiva de las empresas, servicios de prevención y olvido de los médicos de Osakidetza. Por eso, en torno al próximo 28 de abril, CCOO en Euskadi promoverá asambleas y movilizaciones. Los trabajadores deben exigir información y la sustitución de las sustancias más peligrosas. La unidad de acción sindical también aquí daría sin duda, un gran empuje a esta reivindicación, y CCOO no renunciará nunca a ella. Pasar de las palabras a la acción para cambiar la realidad hace necesario recuperar la unidad de acción sin condiciones previas; evitar tanta muerte y la defensa de la salud merecen un mayor esfuerzo.

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