Un juzgado de Donostia ha condenado a diez meses de cárcel a un conductor que arrolló con un todoterreno a un cicloturista que circulaba con su bicicleta por Zarautz.

Según la sentencia del caso, los hechos ocurrieron el 22 de abril de 2005, cuando el acusado transitaba en un vehículo por la calle Frantsesbidea de la localidad «a una velocidad excesiva», e «influenciado por el consumo de bebidas alcohólicas».

El texto judicial precisa que, al llegar a la calle Pagoeta, el imputado «invadió el carril del sentido contrario de la circulación e impactó» con el ciclista, que cayó al suelo. La sentencia precisa que el conductor fue sometido a varias pruebas de alcoholemia en las que arrojó una «elevada tasa» de intoxicación etílica.

Según declararon varios testigos durante el juicio, el coche intentó evitar el accidente dando «un frenazo brusco», pero no lo consiguió y «se comió» al cicloturista que «salió volando por los aires» junto a su bicicleta y quedó tendido en la acera.

En la vista oral, el imputado admitió que el día de los hechos «había bebido dos o tres copas de vino», pero alegó que «no se encontraba bajo los efectos del alcohol», y achacó su positivo en la prueba de la alcoholemia a los medicamentos que, según dijo, había consumido para aliviar el dolor de muelas. Sin embargo, el texto judicial rechaza esta versión, porque en la declaración que el acusado prestó ante el Juzgado de Instrucción, sólo tres días después del siniestro, manifestó «expresamente» que no tomaba medicación.

A consecuencia del accidente, el ciclista sufrió diferentes lesiones de las que tardó 46 días en curar y que le dejaron algunas secuelas como el «agravamiento de un trastorno de ansiedad que padecía».

Por este motivo, el juez condena al acusado a diez meses de reclusión y a indemnizar a la víctima con un total de 6.923 euros por los días de baja, los daños materiales y las secuelas sufridas.