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Teherán espera gestos de Londres para disminuir la tensión en la zona

Mientras el Gobierno británico trata de contrarrestar el evidente éxito iraní en la «crisis de los soldados" y una vez confirmado que Tony Blair mintió a la comunidad internacional -los británicos sí espiaban los movimientos de los iraníes-, las autoridades de Teherán esperan que Londres esté a la altura de las circunstancias y responda al gestó humanitario persa con pasos para rebajar la tensión en la región.

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La diplomacia iraní salió ayer al paso de las maniobras británicas para contrarrestar el éxito persa en la crisis de los soldados y los intentos de Tony Blair para mitigar la penosa imagen ofrecida por los británicos a lo largo de la crisis.

Así, Mohammad Ali Hoseini, portavoz del Ministerio de Exteriores iraní afirmó ante la rueda de prensa montada por Blair que «la escenificación y la propaganda no podrán tapar el error cometido por los militares ingleses: violar las aguas jurisdiccionales de Irán y adentrase ilegalmente en territorio de este país», en manifestaciones recogidas por la agencia Irna.

Los militares británicos, como era de esperar, dieron una versión diferente a la ofrecida durante su cautiverio en una rueda de prensa organizada el viernes en la base de Chevinor.

«Cuando nos detuvieron estábamos en aguas territoriales iraquíes internacionalmente reconocidas y puedo afirmar sin duda alguna que nos encontrábamos a 1,7 millas náuticas (3,15 kilómetros) de las aguas iraníes», dijo el teniente Felix Carman en una declaración leída en nombre de los quince militares arrestados.

Curiosamente, el jueves la cadena de noticias británica Sky News dio a conocer una entrevista con el capitán Chris Air, en la que el militar declaró que los marinos británicos capturados por los iraníes realizaban principalmente tareas de «inteligencia», es decir, de espionaje de las actividades iraníes.

La entrevista fue acordada antes de que los militares fueran detenidos.

Manifestaciones que dejan en muy mal lugar a un Tony Blair, que insistía una y otra vez en la inocencia de sus «espías», cuando en realidad mentía.

Mohammad Ali Hoseini dijo ayer respecto a las maniobras británicas que «lamentamos que el Gobierno de Blair, por ignorar los pilares en los que se sostienen la cultura islámica y la civilización persa, no sea capaz de captar la generosidad y la cordialidad de la República Islámica de Irán cuando ésta absuelve a los militares ingleses, y, en lugar de percibir la realidad y de valorar el gesto digno de las autoridades de Teherán, opte por huir hacia adelante y pretenda justificar los errores de los militares».

En la capital británica, el embajador iraní Rasul Mohedian manifestó en una entrevista con «The Finantial Times» que «hemos desempeñado nuestro papel y mostrado nuestra buena voluntad. Ahora le ha llegado el turno al Reino Unido para que juegue su rol de manera positiva».

El embajador señaló que la liberación de los soldados británicos no está vinculada a la detención en Irak, a comienzos de año, de cinco iraníes por parte de tropas de ocupación de EEUU, que aún retiene a esos iraníes. Sin embargo, Movaheidan indicó que si Gran Bretaña «quiere ayudar y utilizar su influencia», su país aplaudiría esa actitud.

«En general, nos satisfaría cualquier paso que pudiera disminuir las tensiones en la región», apuntó el diplomático, quien animó a Londres a reforzar sus lazos con la República Islámica. «Creemos -declaró- que es el momento adecuado para que el Gobierno británico afirme su voluntad de establecer líneas de comunicación sensatas con Irán», añadió.

Un diplomático iraní afirma que fue torturado por la CIA durante su secuestro en Irak

El diplomático iraní, Jalal Sharafi, que permaneció «secuestrado» durante dos meses en Irak y fue liberado la pasada semana, afirmó ayer que fue torturado por la CIA durante el tiempo que permaneció en sus manos, según declaraciones recogidas por la televisión estatal iraní.

Sharafi explicó que fue secuestrado por agentes de una organización iraquí que actuaba bajo supervisión de la CIA, mientras la televisión iraní mostraba señales de tortura, aún visibles, en el cuerpo del diplomático, que en estos momentos está recibiendo tratamiento en un hospital.

Según la televisión, Sharafi fue abordado por dichos agentes mientras compraba en una calle de Bagdad, y le condujeron a una base cercana al aeropuerto en vehículos de las fuerzas de ocupación para ser interrogado en árabe y en inglés.

Sharafi indicó que la CIA le interrogó sobre las relaciones entre el Gobierno iraní e Irak, así como la supuesta asistencia de Teherán a varios grupos armados. «Cuando les hablaba de los vínculos oficiales entre Irán e Irak, aumentaba la tortura».

Por su parte, el régimen estadounidense negó ayer cualquier tipo de vínculo con el secuestro del subsecretario de la Embajada iraní en Irak, Jalal Sharafi. El portavoz de la Casa Blanca Gordon Johndroe negó las acusaciones y dijo que «la máquina de propaganda iraní lleva funcionando a toda máquina desde que hicieron desfilar a los soldados británicos en la televisión».

Por cierto, según publicó ayer el diario británico «The Guardian», EEUU propuso al Gobierno británico una serie de «opciones militares» durante la crisis de los militares que Londres rechazó. Según fuentes diplomáticas anónimas citadas por el diario, Londres pidió a Washington mantenerse fuera del asunto. GARA

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