IX Gran Premio Miguel Indurain
Zarpazo de Nocentini en El Puy
El italiano del Ag2r fue superior a Joaquín Rodríguez y Valverde en Lizarra. La clásica navarra respondió a las expectativas y los participantes plantearon batalla desde el inicio. A Chavanel, Astarloza, Vicioso, Bonilla, Guerra y Fran Pérez les faltó un kilómetro.
Unai IRARAGORRI | BILBO
El capítulo final del IX Gran Premio Miguel Indurain no pudo resultar más emocionante en Lizarra. Un desenlace espectacular. El italiano Rinaldo Nocentini (Ag2r) batió a Joaquín Rodríguez y al gran favorito Alejandro Valverde. El Caisse d'Epargne tuvo dudas y lo pagó con la derrota. El mejor vasco fue Igor Antón (Euskaltel-Euskadi), noveno, después de lanzar un ataque demasiado pronto. La carrera, de 198 kilómetros, resultó competitiva desde el inicio y no hubo tiempo para el respiro.
Al igual que el año pasado, la carrera se resolvió en el repecho final de 950 metros de El Puy. Pero las circunstancias fueron muy diferentes. Vicioso (Relax) y Astarloza (Euskaltel-Euskadi) comenzaron en cabeza la ascensión definitiva, pero sentían el aliento del grupo de favoritos.
El Euskaltel-Euskadi, que realizó una carrera notable, lanzó a Antón. El joven corredor de Galdakao, valiente, sorteó con acierto las primeras curvas que se encontró y abrió hueco. Pero la subida de El Puy se las trae.
Cuando todos esperaban la figura de Valverde surgió Nocentini. El ciclista italiano, agazapado hasta entonces, arrancó con fuerza a falta de 300 metros. Nadie pudo alcanzar su rueda.
Así que Nocentini alzó los brazos en el Puy, con Rodríguez y Valverde a continuación. El italiano, de 29 años, lograba así su segunda victoria de la temporada y la séptima de su palmarés. En 2007, se ha destapado. Primero, venció en el Mont-Faron, en la etapa reina del Tour del Mediterráneo y ayer logró en Lizarra una victoria de prestigio.
El Gran Premio Miguel Indurain estrenaba categoría, 1.HC, la anterior al UCI Pro Tour, y el C.C.Estella vio como su esfuerzo era recompensado. El pelotón de 17 equipos que se presentó en Lizarra era de categoría, con corredores como Valverde, Schumacher, Chavanel, Astarloa, Mancebo, Moncoutie, Samuel Sánchez o Koldo Gil. Los tres primeros, además, se involucraron en carrera, mientras que los dos últimos optaron por la retirada.
Batalla desde el kilómetro 5
El tiempo acompañó en el nuevo y exigente trazado. La doble subida a Girgillano y después a Lezaun desgastaron y mucho, y el escarpado terreno final dio mucho juego.
Con todos esos ingredientes, la batalla empezó pronto y fue Romero (Orbea), el más joven de todos, el que abrió el fuego en el kilómetro cinco y los ataques se sucedieron en los primeros cien kilómetros.
Quedaba la parte más dura y todo por resolver. Vallejo (Relax) pasó en cabeza en el primer paso por Girgillano. El contraataque lo protagonizaron siete corredores en el descenso, Rubén Pérez (Euskaltel-Euskadi), Oroz (Orbea), Díaz (Fuerteventura), Arroyo (Caisse), Zampieri (Cofidis), Domínguez (Karpin) y Elías (Relax). Los siete aguantaron por Girgillano pero fueron neutralizados en Lezaun por un pelotón siempre con el Caisse d'Epargne al mando.
En un momento de indecisión, Astarloza (Euskaltel-Euskadi) lanzó un latigazo que siguieron Schumacher (Gerolsteiner), Vicioso (Relax), Pérez (Caisse), Chavanel (Cofidis), Guerra (Liberty) y Bonilla (Fuerteventura).
Los siete se entendieron bien y por detrás el Caisse d'Epargne no se aclaraba. Parecía que el triunfo se iba a resolver por tanto pero el acelerón final de los de Unzue y Saunier Duval sirvió para reducir las distancias. La caza se produjo en los primeros metros de El Puy. Antón dio primero, pero fue Nocentini quien, con inteligencia, supo esperar el momento adecuado para dar el zarpazo y llevarse la victoria.
Los corredores navarros se dejaron ver: Oroz, 32º, fue el mejor en meta y Urtasun (Liberty) ganó las metas volantes.
El Euskaltel-Euskadi, con Jon Odriozola al volante, realizó ayer un gran trabajo en el Gran Premio Miguel Indurain. Samuel Sánchez decidió no arriesgar cara a la Vuelta al País Vasco y se retiró, pero el maillot naranja fue protagonista en todas las escapadas. En una inicial de 23 corredores, el conjunto vasco era mayoría con Azanza, Txurruka, Aperribai y Rubén Pérez. Este último tuvo la suficiente fuera para meterse en el corte bueno que afrontó el segundo paso por Girgillano y el inicio de Lezaun, y, por último, Astarloza llegó escapado al último kilómetro. Antón trató de rematar la faena en El Puy pero le faltaron fuerzas. El de Galdakao alababa el trabajo de su equipos. Los compañeros me han ayudado como siempre. Ha sido una pasada. Se han portado conmigo fenomenal. Asimismo, lamentaba su fallo. Me he precipitado, afirmaba. «En esos momentos me hace falta experiencia y piernas. Tengo que aprender, sobre todo, al inicio de la carrera, porque me he pegado un sofocón. Hemos hecho una labor fenomenal, con Astarloza delante y luego me han ayudado para colocarme, pero me ha faltado un poco. La imagen del equipo ha sido fenomenal y esperemos que sea así en País Vasco».
Otro equipo que trabajó de lo lindo fue el Caisse d'Epargne de Unzue. Con Valverde como principal baza, realizaron una labor perfecta hasta que el tren se les fue al final con la fuga de Schumacher y Chavanel. In extremis, llegaron con opciones al repecho final, pero Nocentini sorprendió al Purito Rodríguez y a Valverde. El zegamarra Aitor Pérez lamentaba la oportunidad perdida. «Estaba claro que teníamos que coger la responsabilidad de la carrera. Se ha intentado y hemos estado cerca. Tenemos toda la Vuelta al País Vasco por delante y seguro que se mojará», decía optimista el corredor guipuzcoano.
«Ha sido una carrera rápida, desde el primer momento se ha ido a tope. Además, ha habido incertidumbre hasta el final y ha resultado una carrera emocionante», resumía.