Me parece mentira Karmelo.La última vez que estuve contigo fué un miércoles y el sábado me enteré de la noticia.Nos habías dejado. En el BEC quedó una silla vacía esperándote. Aquél miércoles hablamos de tu salud. Se te notaba la ilusión y la esperanza que tenías en esa intervención prevista para el día 12 que,por desgracia, no ha sido posible.

Nos conocimos hace veintimuchos años, cuando la «democracia española» te detuvo y te encarceló, y un grupo de com- pañeros nos preocupábamos de las secuelas de los «hábiles interrogatorios» y del silencio y las mentiras de otros profesionales de la Sanidad que debían de velar por la salud de los detenidos mientras los «demócratas», los «honrados» mantenían la política del silencio, del mirar para otro lado, cuando no de negar la evidencia que día a día constatábamos. También hablamos de que, a pesar del paso de los años, ciertas cosas no habían cambiado y que las penalidades de los detenidos, de los encarcelados y de sus familias no sólo no habían desaparecido, sino que se habían magnificado, y por ello tu consulta estaba abierta, al igual que tus brazos, para escuchar ayudar y consolar a todo el que tocaba a tu puerta. Te aseguro que no nos vamos a desmoralizar; al contrario, seguiremos poniendo nuestro granito de arena para que este pueblo consiga aquello que tantas veces hemos soñado junto a un plato de queso y un vaso de vino. La ilusión que te embargaba ante los últimos acontecimientos; el optimismo que derrochabas ante el mínimo atisbo de decaimiento y tu perenne alegría nos va a servir de acicate para continuar trabajando en la misma línea.

Tu lucha, como la de Shanti, Josu, Jon, Xabier y el grupo de patriotas que estáis en otra galaxia, no será baldía. Agur Karmelo. Gracias por tu amistad.