Lo que se conoce como teletrabajo define un amplia gama de situaciones laborales, cuyo común denominador es el desempeño del trabajo en un lugar diferente a la empresa, general- mente en el domicilio, a través del uso de telecomunicaciones.

El hecho de trabajar en casa sin horarios laborales establecidos plantea numerosas oportunidades. Los propios teletrabajadores destacan, entre otras cuestiones, que esta modalidad posibilita una mejor combinación de exigencias laborales y extralaborales, mejora el control del horario laboral y las pautas de trabajo, y consideran que también mejora su calidad de vida.

Pero tiene sus pros y sus contras. Así, pese a que es innegable que la independencia y autonomía están ligadas al teletrabajo y esto supone múltiples posibilidades a la hora de organizar la actividad laboral y dosificar el tiempo según criterios personales, no siempre somos nuestros mejores jefes y en muchos casos no es difícil llegar a una sobrecarga de trabajo. En este punto es de toda lógica, y a sí lo hace constar el instituto finlandés de Salud en el Trabajo, entre las reflexiones recogidas en la AREARH, que trabajar durante muchas horas puede afectar negativamente a la salud, y especialmente si se trata de un lugar de trabajo mal diseñado o si las tareas son repetitivas.

EL PELIGRO DE LA ADICCIÓN

En el mismo sentido, el estudio del instituto de salud laboral finlandés apunta que «la adicción al trabajo puede ser un riesgo adicional si no hay un control externo, o si el teletrabajador no puede controlar sus propias formas de trabajar».

Pero, ¿qué efectos puede tener sobre la salud trabajar desde casa? Destaca el mismo informe que un entorno de trabajo mal diseñado y de insuficiente calidad ergonómica puede ser mayor en los hogares de los empleados, que en la oficina.

Apunta, por otra parte, que la sobrecarga de trabajo puede llevar asimismo al aislamiento físico y social, pero también a la marginación del lugar de trabajo y de los compañeros. Ante esta situación, se indica que las modernas tecnologías «ofrecen posibilidades de apoyo, formación y orientación en situaciones problemáticas».

FALTAN ESTUDIOS

Varios estudios europeos constatan que las estadísticas y datos científicos sobre el teletrabajo son muy limitados y particularmente los referentes a teletrabajo a domicilio y teletrabajadores móviles.

También se echan en falta datos objetivos sobre las diferentes situaciones y condiciones de trabajo en un ámbito laboral tan amplio, de la misma manera que se desconocen con detalle «las repercusiones de las nuevas tecnologías y de las nuevas organizaciones del trabajo en las aptitudes, las consecuencias de los horarios flexibles en la salud y la productividad a largo plazo, los problemas con la separación del trabajo y la vida familiar, y el establecimiento de nuevas culturas organizativas y de liderazgo sólo saldrán a la luz con el tiempo». Añade, además, que la investigación debería centrarse «tanto en la perspectiva individual como en la social, por ejemplo, las familias y las asociaciones en un entorno extralaboral».

El instituto finlandés ofrece algunas pautas para una «combinación satisfactoria de trabajo y vida personal». Refiere que una de las principales exigencias es separar claramente el lugar de trabajo de la vida personal o doméstica».

Resalta el organismo finlandés, por otra parte, que las grandes empresas con teletrabajadores han creado sus propios mecanismos de control, prestando atención a materiales, equipos y entorno de trabajo, pero sostiene que es preciso difundir información específica sobre cómo proceder con la supervisión de la salud, organizar pautas de trabajo, horarios o evaluación de riesgos. «Es necesario seguir desarrollando boletines e instrucciones informatizadas para ajustar y comprobar el entorno y la práctica del trabajo», según detalla.