En octubre de 2006 fueron colocadas en la zona de Larra-Belagua, concretamente en la falda sur del monte Lakora, más de 200 barreras antialudes. Se trata de unas estructuras metálicas de 3x3 metros, que ocupan en total 617 metros lineales. La colocación de estas barreras, ligada al proyecto de centro de esquí nórdico de Larra-Belagua impulsado por el Gobierno de UPN-CDN, prevé en total la colocación de 3.764 metros lineales de estas barreras para evitar supuestos aludes junto a la carretera Izaba-Areta.

La colocación de estas grandes estructuras se realizó mediante ayuda de un helicóptero, a pesar de que está prohibido sobrevolar la Reserva Natural de Larra-Belagua salvo en casos de emergencia o rescate.

Pero no fue esta circunstancia la que impulsó a la Asociación Larra-Belagua a presentar, en diciembre de 2006, una denuncia ante el Seprona, sino el hecho de que esta obra se llevó a cabo sin ser sometida a exposición pública y sin elaborar un estudio sobre el impacto ambiental de estas estructuras metálicas.

La denuncia va dirigida contra el director general de Obras Públicas del Gobierno de Nafarroa, José Luis Echávarri Arraiza, y contra el director general de Medio Ambiente, Juan José Grau Lasheras. A juicio de esta asociación, ambos habrían incurrido en un delito penal, ya que se ha vulnerado el procedimiento y principio de cautela que recoge el artículo 6 de la Directiva Habitats, y tampoco se ha elaborado el preceptivo estudio de impacto ambiental.

Afección a especies protegidas

Una vez presentada esta denuncia, en diciembre de 2006, a esta asociación le asistía el derecho a tener libre acceso al expediente completo de esta obra, pero el Gobierno no se lo ha facilitado hasta hace pocas fechas.

En esta documentación se recoge que el director general de Obras Públicas concedió autorización para colocar estas barreras por un supuesto carácter de «urgencia». También le entregaron un estudio de afecciones ambientales, elaborado por la empresa Hibaia, que justifica y califica de «compatible» las afecciones de las vallas a la fauna. La Asociación Larra-Belagua considera que este estudio es un «fraude de ley», por cuanto «ignora el único documento con validez técnica y jurídica» que sirve como punto de partida y referencia para valorar la existencia de afecciones en un LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), como es el Formulario de datos de la Red Natura 2000.

Este documento recoge que «en la zona de Lakora se observa Agrostis Truncatula, endemismo del noroeste peninsular, catalogada como especie vulnerable en Navarra y la única población navarra del endemismo pirenaico Globularia Gracilis, catalogada como vulnerable». También afirma que «el área de Lakora es biotopo idóneo para la reproducción e invernada de la Perdiz Pardilla», especie catalogada en «peligro de extinción» en Nafarroa.

«Afirmar que se desconoce la afección que sobre esta especie puedan tener las estructuras antialudes, y concluir que la afección es compatible, es un sinsentido jurídico», opina la Asociación Larra-Belagua. También constata que en ese estudio «ignora u oculta que la zona está incluida en el Plan de Recuperación del Oso Pardo, especie prioritaria para la Directiva Habitats», y argumenta que no se ha tenido en cuenta el «principio de cautela» a la hora de acometer esta obra.