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Bové, mensajero de que otro mundo es posible «y, además, está en marcha"

De camino al Bearne, donde a última hora de la tarde tenía previsto un mitin, José Bové no pudo eludir una visita, por breve que fuese, a Euskal Herria. lo hizo en Ainhize-Monjolose, en la sede de Euskal Herriko Laborantza Ganbera, donde a pesar de lo inapropiado de la hora le esperaban cerca de 250 simpatizantes.

Maria AIZPURUA

El lugar elegido para el encuentro no podía ser más adecuado para el candidato a presidente que declara no pertenecer a partido alguno y que se define como altermundialista, antiliberal y antiglobalización.

No era la primera vez que visitaba Euskal Herria pero sí la primera que atravesaba las puertas de EHLG, en cuya inauguración, hace poco más de dos años, no pudo estar presente. De ahí su satisfacción por conocer en directo la realización que dijo apoyar sin reservas y que calificó de «ejemplo de que las alternativas son posibles». Antes había sido recibido por la alcaldesa de Jutsi, que subrayó que ha sido el candidato más apadrinado por los electos vascos ya que once de ellos secundaron su candidatura, y por Mixel Berhokoirigoin, presidente de EHLG, que recordó los detalles de la creación de la asociación y los objetivos que persigue, con los que Bové comulga plenamente, tanto en lo referente al proyecto agrícola alternativo al productivista como a la necesidad de una estructura agraria propia para Lapurdi, Zuberoa y Nafarroa Beherea.

Representantes de diferentes colectivos y asociaciones esperaban su turno para dar también la bienvenida al candidato, pero la repentina tormenta obligó a los asistentes a pasar al interior de la sala, donde pudieron exponerle sus respectivos problemas y luchas.

Así, un miembro de Leia explicó el combate que llevan contra la autovía transpirenaica; un demo le resumió las cuatro reivindicaciones -cooficialidad del euskara, acercamiento de los presos, Departamento propio y universidad de pleno ejercicio- por las que lucha su movimiento; una representante del CADE le expuso el combate que desde años llevan contra la incineración y el más actual contra la construcción de una nueva línea ferroviaria de alta velocidad; un agricultor le describió los experimentos que están realizando en materia de energías renovables con la plantación de colza para conseguir aceites vegetales; un pastor que fabrica queso con denominación de origen le mostró su preocupación por los problemas que acarreará la plantación masiva de maíz transgénico...

El antiguo portavoz de Confédération Paysanne, lejos de explayarse en largas explicaciones sobre las 125 propuestas que comprende su programa, respondió directamente a las preocupaciones y temáticas que le habían sido expuestas.

Por ejemplo, remarcó que en materia de grandes infraestructuras «la lógica del cemento, la lógica de las inversiones, se superpone a las necesidades reales» y abogó por una moratoria del programa de construcción de autopistas y de nuevas vías férreas ya que, a su juicio, «es indispensable analizar globalmente toda la política de transporte a nivel estatal». Criticó que el Estado impida la utilización de aceites vegetales como carburantes cuando las directrices europeas lo permiten.

El tono de la crítica hacia el Gobierno subió cuando se refirió a la utilización de los OGM. Bové, que ha sido condenado varias veces por sus actuaciones contra los transgénicos, denunció que el Ejecutivo haya soslayado el debate parlamentario durante años para adoptar hace unas semanas, vía decreto, unas normativas que no respetan las directrices europeas y que están generando una «guerra civil entre agricultores».

Realidad histórica

Respecto a las cuestiones vascas, José Bové dejó meridianamente claro que el euskara debe ser reconocido, que los tres territorios necesitan su propia institución agrícola y un Departamento propio, que definió como un paso «en el proceso de reconocimiento de una realidad histórica». Manifestó su apoyo al proceso de paz y reprobó la actitud del Estado francés de considerar que sólo atañe al español. «No se puede cortar el País Vasco en pedazos. El País vasco está en el norte y en el sur, y es todo el territorio el que está concernido, por lo que el Estado francés no debe quedarse fuera. La única solución vendrá de plantear propuestas políticas» dijo.

Antes de abandonar Nafarroa Beherea, tuvo tiempo para reunirse con varios alcaldes. Fue una visita relámpago que se desarrolló entre relámpagos y truenos pero que, sin duda, cargó de energía las pilas de las decenas de simpatizantes que no quisieron perderse la ocasión de intercambiar opiniones con el atípico candidato.

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