Mediante proyecciones de vídeo con la imagen del «Guernica» de Picasso y entrevistas a supervivientes del bombardeo de la localidad vizcaina, la artista estadounidense Anita Glesta, que vivió su adolescencia en Donostia, crea un pasaje visual en el que chocan realidad y ficción.

La instalación se titula «Gernika/Guernica: Desde el cielo hasta el fondo» y su creadora la ha desarrollado durante los últimos cinco años con una pregunta en mente: ¿Cómo reconstruir la arquitectura, la vida y las emociones de las ciudades brutalmente atacadas?

La idea germinó en el ocaso del 11-S, cuando Glesta perdió su apartamento, ubicado cerca de la hoy llamada «zona cero», donde antes se erigían las Torres Gemelas. El proyecto, que cuenta con el patrocinio de la New York Foundation for the Arts y una beca del New York State Council on the Arts, pasó por varias etapas antes de cobrar su forma definitiva, que se podrá apreciar hasta el 12 de mayo en la galería White Box.

Para su concepción, Glesta viajó varias veces a Gernika, donde entrevistó a supervivientes del bombardeo del 26 de abril de 1937, del que este año se conmemora el 70º aniversario.

Más que establecer diferencias o semejanzas entre los ataques a ambas ciudades, la artista buscó cuestionar cómo una ciudad y sus habitantes pueden reconstruir lo que ha sido aniquilado por otros y superar la pérdida de vidas inocentes.

La pieza indaga, asimismo, en el papel del artista respecto a estos temas como testigo de los albores de un nuevo siglo e inmerso en un contexto mundial plagado de violencia.

La muestra va acompañada de un catálogo con ensayos de María Oianguren, directora de Gernika Gogoratuz; Iratxe Momoitio, directora del Museo de la Paz de Gernika; y Elisabeth Sussman, comisaria del Whitney Museum.

Otra versión del proyecto se instalará en junio en la Plaza Chase Manhattan, y consistirá en ocho cajas de audio que emitirán las historias de los supervivientes del bombardeo.