Josebe EGIA
Pisando a fondo
La campaña para decidir la Presidencia del Estado francés entra en su recta final. Elecciones el 22 de abril en primera vuelta y el 6 de mayo en segunda, y las y los candidatos están pisando a fondo para llevarse el mayor número de votos.
Es tan literal lo de pisar a fondo, que se les ha «cazado» saltándose los límites de velocidad. El más infractor, el conservador Sarkozy, seguido por Le Pen, líder del ultraderechista Frente Nacional (FN). El tercero el centrista Bayrou y la cuarta la socialista Royal. Esperemos que el ranking se invierta en el momento del voto. La campaña está polarizada en estas personas, aunque en realidad son 12 las candidaturas en liza, si bien el resto con menos posibilidades de incidir en el panorama político institucional.
José Bové, representante del altermundismo, y Jean-Marie Le Pen, del ultraderechista FN, han conseguido las 500 firmas de cargos electos necesarias para concurrir a las Presidenciales. Sinónimo de normalidad democrática que no se da a este lado del Bidasoa. El programa de Le Pen es vomitivo para cualquier demócrata, pero puede presentarse aunque su partido abogue por ejercer la violencia «si lo considera necesario».
Estas elecciones son las más importantes que se han celebrado en el Estado francés desde 1981, cuando la izquierda llegó al poder de la mano de Mitterrand, o incluso desde 1958, cuando De Gaulle fundó la V República. Más allá de que Royal se haya comprometido a reformar la Constitución y abogado por una VI República, todo indica que, gane quien gane, el sistema político cambiará profundamente.
Sarkozy propugna más de lo mismo: ¡caña! Royal está contra la acumulación de cargos y plantea una democracia participativa para controlar a las y los electos y al Ejecutivo, al tiempo que apuesta por transferir más competencias a las regiones. Es difícil hacer un pronóstico. Los sondeos colocan a Sarkozy por delante, pero Royal está acortando distancias. Ahora bien, si Bayrou da la sorpresa y se cuela en la primera vuelta, podría acabar ganando la definitiva.
Ségolène Royal, la madre soltera más célebre del Estado y la primera mujer con posibilidades reales de alcanzar la Presidencia francesa, dice haberse sentido vilipendiada y humillada siendo portada de revistas nauseabundas. Se declara feminista. «Ser feminista no es ser hostil a los hombres, sino rechazar un sistema de dominación masculina del que también ellos son prisioneros. Nuestra emancipación será también la suya, aunque a veces les cueste admitirlo», afirma. No obstante, la arraigada connotación masculina del sistema presidencialista francés puede influir negativamente para ella en una sociedad con un fondo muy conservador.
Nos gustaría que ganara Royal, aunque, en lo que nos toca como pueblo, no podamos esperar gran cosa. Ha manifestado que no es favorable a la creación de un Departamento vasco, limitándose a mantener su compromiso para ratificar la Carta de las Lenguas y defender la identidad cultural y tradiciones de Iparralde. El domingo lo veremos.