Partidos avanzan que eludirán la interpelación de la izquierda abertzale
Tanto Patxi López como Rafa Larreina y Javier Madrazo respondieron ayer al emplazamiento anunciado la víspera por Joseba Alvarez. Lejos de concretar qué están dispuestos a hacer para que «la oportunidad abierta» no se pierda y para que todas las expresiones políticas estén presentes en las elecciones, tanto el PSE como PNV, EA y EB rechazaron ayer el emplazamiento de la izquierda abertzale y trataron de situar la pelota en su tejado.
BILBO
El secretario general del PSE, Patxi López, pidió ayer a la izquierda abertzale que «no haga más emplazamientos inútiles» y «rechace la violencia y a los violentos», mientras el secretario general de EA, Rafa Larreina, advir- tió de que su formación «no admite emplazamientos» y añadió que son ellos quienes deben «reflexionar». El dirigente de EB, Javier Madrazo, manifestó, por su parte, que «mientras no rompa amarras con la violencia y con ETA» la izquierda abertzale «no tendrá credibilidad ni legitimidad como interlocutor fiable de cara a un proceso de paz y a un proceso de normalización política».
En este tono se adelantaron las contestaciones al emplazamiento formulado la víspera por el mahakide Joseba Alvarez, que anunció anteayer en Santurtzi que en los próximos días harán una petición oficial al resto de partidos políticos, de manera formal y por escrito, para que aclaren «qué están dispuestos a hacer» por el proceso y por la celebración de unas elecciones democráticas.
«Ya está bien de emplazar siempre a los demás, que es lo único que saben hacer», manifestó Patxi López en Gasteiz. El dirigente del PSE preguntó a los simpatizantes de la izquierda abertzale «qué han hecho ellos para tener la legitimidad democrática necesaria para hacer política, para estar en las instituciones y para presentarse a las elecciones», y agregó que «esto es incompatible con amparar o ampararse en la violencia». Por este motivo, se preguntó «a qué esperan para hacerlo de una vez por todas» y aseguró que «es sólo su responsabilidad y su decisión, no la de los demás. Que no hagan más emplazamientos inútiles y que hagan de una vez por todas lo que les corresponde y les exige la inmensa mayoría de la sociedad vasca», añadió.
«Le queda hacer a Batasuna»
Rafa Larreina, por su parte, dijo en Dulantzi que Batasuna ha tenido «la colaboración, el apoyo y acompañamiento de EA» para pasar «de la estrategia de la violencia a la política democrática» y añadió que «en ese camino, siempre tendrá el respaldo», pero añadió que «no vamos a permitir nunca entrar en una especie de juego de `sí y no', de `jue- go del escondite' entre el Gobierno y Batasuna».
Por ello, Larreina manifestó que EA no admite «que se le pregunte qué va a hacer. A quien le queda por hacer lo que tiene que hacer -añadió- es al mundo de Batasuna».
Javier Madrazo, secretario general de EB, valoró que Batasuna tiene dos problemas; el primero, la Ley de Partidos, que a su juicio es «antidemocrática» y hay que derogar; el segundo, «su supeditación y su minoría de edad respecto a ETA». Por este motivo, Madrazo argumenta que mientras la izquierda abertzale «no rompa amarras con la violencia y con ETA no tendrá credibilidad ni legitimidad como interlocutor fiable de cara a un proceso de paz y a un proceso de normalización política».
Patxi López preguntó a los simpatizantes de la izquierda abertzale «qué han hecho ellos para tener la legitimidad democrática necesaria para hacer política, para estar en las instituciones y en las elecciones».
Larreina dijo que EA «no admite» que se le pregunte «qué va a hacer. A quien le queda por hacer lo que tiene que hacer es al mundo de Batasuna». Y situó el debate sobre su participación como «un juego del escondite».