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Grave situación en Irak

521 personas han muerto en Bagdad tras instaurarse el plan de seguridad

El plan de seguridad que se aplica desde hace dos meses en Bagdad no ha servido para gran cosa, tal y como demostró el atentado registrado la pasada semana en el Parlamento, en plena Zona Verde. Las propias autoridades reconocen que han muerto 521 personas en estos dos meses, aunque lo valoran positivamente. Ayer mismo, unos 30 civiles murieron y unos 60 resultaron heridos en dos atentados que se registraron en la capital iraquí.

BAGDAG

Un total de 521 personas han muerto y otras 1.095 han resultado heridas en actos de violencia en Bagdad desde que entró en vigor el nuevo plan de seguridad para la capital iraquí el 14 de febrero pasado, según informaron responsables iraquíes.

Así lo anunció el portavoz oficial del nuevo dispositivo de seguridad, Qasem al Musawi, quien, sorprendentemente, se mostró optimista al comparar esta cifra con las 1.940 personas que perdieron la vida en los 30 días anteriores a la aplicación del plan.

Desde que entró en vigor el nuevo dispositivo han muerto 30 policías y otros 376 han resultado heridos en las operaciones de seguridad lanzadas en diferentes zonas de Bagdad, precisó Al Musawi.

Asimismo, Al Musawi destacó que desde el 14 de febrero las fuerzas de seguridad han matado a 188 «terroristas» y han capturado a 219.

Junto a ello, añadió que el número de cadáveres encontrados en los dos últimos meses asciende a 62, mientras que en el mes anterior se hallaron 163 cuerpos. Ayer encontraron 30.

Sin embargo, los ataque con proyectiles de mortero aumentaron de 247 -en enero pasado- a 397 en los últimos sesenta días, «debido a que los grupos rebeldes recurrieron a ese tipo de agresiones después de que las fuerzas de seguridad les obligasen a huir de Bagdad», subrayó Musawi.

Además, aseguró que un total de 3.000 familias que abandonaron Bagdad por miedo a la violencia han regresado a sus hogares.

Pese a la optimista visión de las autoridades iraquíes, una vez más, los civiles se llevaron ayer la peor parte en una nueva jornada marcada por los atentados en el país árabe. Según el último balance, unos 30 civiles resultaron muertos y se registraron más de 60 heridos en distintos atentados. Además, dos soldados británicos murieron y un tercero resultó herido grave al colisionar dos helicópteros al norte de Bagdad.

El atentado más grave se produjo al estallar dos coches bomba en el barrio de Al Shurta al Rabia, al oeste de Bagdad, causando la muerte de quince personas y heridas a otras 50, según la Policía iraquí.

Las fuentes policiales explicaron que la explosión de los dos vehículos, que estaban aparcados, se produjo de manera casi simultánea y fue acompañada, además, de la caída posterior de un proyectil de mortero en el mismo lugar en el que se produjeron los hechos.

También en Bagdad, once personas murieron y otras diez resultaron heridas por la explosión de un artefacto colocado en el interior de un microbús en el barrio chií de Al Kadimiya.

El estallido, que se produjo cerca del Tribunal de Al Kadimiya, causó, además, daños en varios coches y edificios cercanos.

Por otra parte, un artefacto explosivo estalló al paso de una patrullas del Ejército estadounidense en la carretera que lleva al aeropuerto de Bagdad cerca del barrio de Al Amel.

Ataque a EEUU

Las tropas estadounidenses acordonaron el lugar en el que se produjo la explosión, pero no informaron de si se habían producido víctimas.

El Ejército estadounidense anunció ayer que sus soldados mataron a cinco milicianos del Ejército de El Mahdi, vinculado al líder chií Muqtada al Sadr.

Según una nota del mando militar de EEUU, «fuerzas de seguridad iraquíes y de las tropas de la coalición [ocupante] mataron a cinco terroristas» y detuvieron a otros dos durante una operación que fue lanzada el sábado en algún lugar de la provincia de Basora.

Los milicianos chiíes murieron durante un intercambio de disparos con los soldados, según la nota, que no informa sobre si hubo víctimas entre las tropas iraquíes o estadounidenses que participaron en el enfrentamiento.

Tampoco las fuerzas de seguridad iraquíes se han librado de la violencia y un policía falleció ayer y un oficial resultó herido por el estallido de un artefacto explosivo en la ciudad de Al Sharqat, en la provincia de Salaheddin, a unos 170 kilómetros al norte de Bagdad.

En otro ataque distinto, dos kamikazes que conducían dos coches bomba intentaron atacar un cuartel del Ejército iraquí en el barrio de Al Yarmuk, en el oeste de Mosul, en el Kurdistán.

Los guardias del edificio militar dispararon contra el primer vehículo, que explotó y causó la muerte del suicida, según las fuentes.

El segundo kamikaze resultó herido por disparos de la Policía, pero consiguió hacer explotar su coche, aunque no causó víctimas.

CRISIS DE GOBIERNO

El líder chií Muqtada al Sadr ordenó a seis de sus ministros que abandonen el Gobierno iraquí en señal de protesta por las detenciones de los líderes del Ejército del Mahdi por parte de fuerzas estadounidenses e iraquíes, según parlamentarios chiíes.

188 INSURGENTES

Las operaciones del nuevo plan diseñado para Bagdad se han saldado con 188 «terroristas» muertos por las fuerzas de seguridad, mientras que otros 219 insurgentes han sido capturados en los últimos dos meses en la capital iraquí.

MÁS ATAQUES DE MORTERO

En estos dos últimos meses se han registrado 397 ataques con proyectiles de mortero frente a 247 en enero. Las autoridades lo atribuyen a que los insurgentes han salido de Bagdad y realizan los ataques desde posiciones lejanas.

Blair considera «justificada y correcta» la invasión británica

El primer ministro británico, Tony Blair, lamentó ayer la muerte de dos soldados británicos al estrellarse dos helicópteros de este país al norte de Bagdad, pero insistió en que la intervención de Gran Bretaña en Irak y Afganistán «está justificada y es correcta».

«Para las familias, éste es siempre un momento terrible, un momento de gran dolor y angustia», dijo Blair en una entrevista en el programa «Politics Show» de la BBC.

«Pero lo que nuestras tropas están haciendo en Irak y Afganistán es luchar contra las mismas fuerzas de terrorismo y extremismo que están operando en todo el mundo», añadió.

A su juicio, «la gente entenderá con el tiempo por qué es importante que el Reino Unido luche contra estas personas donde quieran que estén».

El jefe del Gobierno de Londres reconoció que Gran Bretaña ha mantenido en Irak, Afganistán, Kosovo o Sierra Leona «una política exterior enormemente intervencionista y de un tipo diferente al desarrollado anteriormente. Pero creo que está justificada y es la correcta».

El accidente al que hacía referencia Blair tuvo lugar ayer al estrellarse dos helicópteros británicos al norte de Bagdad, falleciendo dos militares y resultando gravemente herido un tercero, según informó el ministro británico de Defensa, Des Browne, que precisó que los aparatos pertenecían a su país y no a EEUU. como se informó en un principio.

El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación para esclarecer el siniestro que, según los primeros informes, se debió a un accidente y no fue causado por un ataque de la insurgencia, destacó Browne en un comunicado.

«Desgraciadamente, dos militares han muerto y uno está gravemente herido. Todos son soldados del Reino Unido. Mis pensamientos y mi solidaridad está con ellos y sus familias», añadió Browne, que añadió que los parientes de las víctimas ya han sido informados de los fallecimientos.

Otros soldados británicos también se vieron implicados en el accidente, pero sólo sufrieron cortes y heridas leves.

Inicialmente, el mando militar de EEUU había informado de que los helicópteros eran estadounidenses y que en el siniestro habían muerto dos soldados de ese país y otros cinco habían resultado heridos.

Un portavoz del Ministerio de Defensa confirmó a la agencia británica PA que los aparatos siniestrados son dos helicópteros Puma, que normalmente son utilizados por la Real Fuerza Aérea (RAF) de Gran Bretaña como vehículos de transporte de carga o de tropas, así como para evacuar heridos. La RAF dispone de 33 helicópteros Puma. La fuente rehusó confirmar el servicio o el regimiento al que pertenecían las víctimas mortales.

Con las muertes de ayer, ascienden ya a 142 los efectivos de las Fuerzas Armadas británicas que han perdido la vida en Irak desde el comienzo de la invasión liderada por Estados Unidos a comienzos de marzo de 2003.

Gran Bretaña tiene destacados en Irak unos 7.100 militares, la mayoría en la provincia de Basora (situada al sur y de mayoría chií), aunque está previsto que este contingente se reduzca a menos de 5.000 soldados antes de que acabe el año, según anunció Blair en febrero pasado. Algunas unidades británicas, sin embargo, entre las que se encuentran las fuerzas especiales, están desplegadas por todo el territorio iraquí. GARA

OPTIMISMO

El portavoz oficial del plan de seguridad, Qasem al Musawi, se mostró optimista al valorar los resultados de los dos primeros meses del mismo, ya que antes de ponerse en marcha murieron 1.940 personas en Bagdad en tan solo un mes.

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