El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, aseguró ayer que las sanciones internacionales impuesta por la ONU contra su Gobierno no afectan en absoluto a la capacidad del Ejército nacional, del que dijo que se encuentra en buenas condiciones y que es «autosuficiente».

«Algunos poderes intimidatorios imaginaron que debilitarían nuestro Ejército poniendo en marcha una serie de sanciones», manifestó con motivo del Día del Ejército, al tiempo que recalcó que las fuerzas armadas iraníes «tienen cubiertas sus necesidades».

Precisó que el Ejército iraní tiene únicamente un papel defensivo y disuasorio, pero aclaró que «contrarrestará a cualquier invasor» que le ataque y, en ese caso, «le cortara las manos».

Ahmadineyad reiteró que la República Islámica «quiere establecer sólidas relaciones con sus vecinos, con los países de la región y con los de todo el mundo, y extiende sus manos para tener relaciones de amistad con todos los pueblos, con excepción de la entidad sionista (Israel)», a la que Irán no reconoce.

En el desfile militar que tuvo lugar tras el discurso del presidente, se pudo ver por primera vez entre el despliegue castrense un sistema de defensa aérea de fabricación propia capaz de lanzar simultáneamente dos misiles tierra-aire.

Irán desarrolla su propia producción armamentística después de décadas de las exportaciones de armamento. Esta fase comenzó en 1992, cuando produjo sus primeros tanques, vehículos acorazados para el transporte de personas, misiles y aviones de combate. En 2005, comenzó a producir torpedos.