GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Las urnas cierran hoy un primer asalto marcado por el suspense

Tras una larga campaña-zapping, las urnas desvelarán hoy si las presidenciales francesas siguen bajo la égida de la sorpresa o si, como apuntan los sondeos, asistiremos en la segunda vuelta a un duelo entre la derecha gubernamental y la socialdemocracia del PS. No obstante, el alto índice de indecisos y la tradicional existencia de bolsas de voto oculto dejan abierta la posibilidad de que el «centro" o, ya menos probable, la ultraderecha, den la campanada

Dabid LAZKANOITURBURU

Meses de campaña y el bombardeo masivo de mensajes y de encuestas no han servido para arrojar luz sobre el panorama político que saldrá hoy tras la celebración de la primera ronda de las elecciones presidenciales francesas.

Al contrario, el electorado parecía seguir perplejo a escasas horas de que se abrieran, hoy, las urnas, y el alto índice de indecisos -entre un cuarto y un tercio del electorado, en todo caso muy superior a la media en este tipo de comicios- obligaba a mantener el suspense hasta el último minuto. Lo único que todas las encuestas dan por seguro es que el candidato gubernamental, el derechista Nicolas Sarkozy, pasará, salvo sorpresa mayúscula, a la segunda vuelta a celebrar el 6 de mayo.

A partir de esta premisa, el escenario electoral se abre en abanico. Si hacemos caso a los sondeos, la candidata del social- demócrata PS, Ségolène Royal, se perfila como la casi segura contrincante del polémico ministro de Interior.

Francia volvería, en ese caso, a la tradicional pugna bipartidista entre la derecha y el PS, que sobre todo en período electoral se reclama como la izquierda. Pero el problema se llama François Bayrou, dirigente de la «centrista» UDF que ha liderado una campaña de marketing poniendo el acento en su presunta equidistancia respecto a los otros dos candidatos y recordando que es el único que podría batir a Sarko en la segunda vuelta dentro de dos semanas.

Un somero repaso histórico revela que las presidenciales francesas siempre han dejado un amplio margen a las sorpresas. Sorpresas sí, pero hasta cierto punto y dentro de un orden republicano. Hasta el 21 de abril de 2002, cuando el ultraderechista Jean-Marie Le Pen sacaba del tablero al primer ministro socialdemócrata Lionel Jospin provocando un terremoto cuyos efectos se dejan notar en el suspense actual.

El espectro de 2002 ha estado totalmente presente en una campaña errática y volátil a la que los analistas han puesto el adjetivo de zapping. Y el fantasma ha condenado al olvido el viejo adagio que ha marcado históricamente las presidenciales francesas: «En la primera vuelta se elige, en la segunda se elimina».

Repunte de la ultraderecha

Los últimos sondeos, que auguraban que el líder del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, será hoy el «tercer hombre» en liza, desbancando al centrista Bayrou, favorecían sin duda las expectativas de Royal y sus llamadas al «voto útil».

Elevada mediáticamente a los altares de las encuestas tras su triunfo en las primarias del PS de noviembre, la realidad le ha puesto, poco a poco, en su lugar. Una realidad en la que se mezcla, de un lado, sus justos conocimientos políticos y, de otro, la campaña de acoso y derribo -no exenta de misoginia- que ha sufrido desde sus propias filas.

Ante ello, Royal ha tratado de mostrar un perfil más «izquierdista» aunque sin renunciar a su peculiar visión de la modernidad. Una modernidad que pasa por sustituir el himno de la Internacional por la Marsellesa y por defender una idea de la moralidad, la familia y la disciplina juvenil -castrense-que le sitúa claramente a la diestra.

Y qué no decir de la «modernidad» del otro neófito en unas presidenciales, Sarkozy. Los tertulianos llenan sus tiempos debatiendo sobre si definir como postgaullismo su corta batería de ideas, una amalgama de racismo, clasismo, patrioterismo y referencias demagógicas al trabajo. Todo ello en un intento, emulando al PP español, de absorver en el seno de su movimiento a la pujante extrema derecha francesa presentándose, a su vez, como el hombre de la «ruptura» con la denostada clase política de la V República, personificada en su rival interno y todavía inquilino del Elíseo, el dandy Jacques Chirac.

Un modelo, este último, tan agotado que hasta un personaje como Bayrou se puede permitir el lujo de presentarse como la alternativa y de concitar apoyos incluso en la izquierda. Toda una muestra de la deriva y la inconsistencia que afecta siquiera a parte del electorado de izquierdas.

Apoyos pírricos

Bayrou se beneficia, en este caso, de la inquietud que genera Sarkozy entre amplias capas del electorado hacia la izquierda.

Pero ni este último ni sus dos inmediatos rivales pueden alardear de contar con grandes apoyos. Ninguna encuesta ha augurado a Sarko más de un 30% de votos. Royal se movería en una horquilla en torno al 25% mientras Bayrou no superaría, según los sondeos, el 20%. Unas diferencias que, sin olvidar a Le Pen, los analistas coinciden en que no son para nada significativas. Stéphane Rozs, director del instituto CSA, sólo se aventura a confirmar que «todos los institutos de opinión dan aproximadamente los mismos resultados y el mismo orden (...) Eso no quiere decir que el orden de esos cuatro candidatos será el previsto por esos mismos sondeos».

En resumen, y bajo la V República, uno de ellos llegará al Elíseo con el apoyo de menos de un tercio del electorado.

Elector consumidor

No parece, pese a que haya quien insista en ello, que lo «novedoso» de las ofertas políticas explique certeramente el alto nivel de indecisión del electorado. Sin duda alguna pesan mucho las cuestiones tácticas ya reseñadas. El diario `Le Monde' lo resumía estos días con un dilema: «Votar sí, pero cómo. ¿Con la cabeza o con el corazón?»

Otros apuntan otra explicación, ya en clave más sociológica. «Hemos entrado en la era del elector-consumidor y muchos dudan no entre dos sino entre los tres candidatos principales», apunta el politólogo Roland Cayrol.

No es, sin duda, fácil atisbar diferencias sustanciales en sus discursos, más allá de gestos y lemas más o menos altisonantes. Menos aún tras una campaña-circo, en la que los candidatos han pasado de puntillas sobre los grandes dossieres y han picado, aquí y allá, logrando atraer audiencia a sus rifi-rafes pero sin aclararles lo más mínimo sobre sus intenciones,

El colofón de una campaña-zapping vendrá marcado hoy, cómo no, por la reñida pelea a la que asistiremos en torno a la publicación de encuestas y sondeos a pie de urna. Prohibidos por una de las legislaciones europeas más estrictas hasta el cierre de todas las urnas -a las 20.00 horas en las grandes ciudades y París, dos horas más tarde que en «provincias-, medios extranjeros y blogs han anunciado que adelantarán la publicación de los primeros sondeos.

ULTRAMAR

La abstención superó el 70% en Martinica, Guadalupe y Guayana y llegó al 60% en Saint-Pierre-et-Michelon. También estaban llamados a votar ayer los habitantes de la Polinesia. Los electores de colonias situadas al este, Reunión y Mayotte, en el índico, y Nueva Caledonia votarán hoy.

Boicot, atentado y protestas en la isla de Corsica

Corsica Nazione Indipendente ha llamado a los habitantes de esta isla mediterránea a abstenerse de votar en los comicios para denunciar al Estado francés y su negativa «al reconocimiento legal del pueblo corso».

«El análisis profundo de las precedentes elecciones presidenciales nos lleva a concluir que los independentistas no tenemos, nuevamente, nada que esperar de los comicios. Por lo tanto, llamamos a la no participación, convirtiendo este gesto en un acto de repulsa y de resistencia», declaró el pasado jueves Olivier Sauli, portavoz de CNI, principal organización política independentista en la sometida isla mediterránea.

Por otro lado, un puesto de la Gendarmería francesa fue ametrallado en la madrugada del sábado en Cauro, en las cercanías de Ajaccio, en el sur de la isla.

El puesto contaba con medidas de protección y los cristales estaban blindados después de que en mayo de 2004 fiuera objeto de otro atentado, aquella vez con fuego de mortero.

Finalmente, Ajaccio fue escenario ayer de una marcha independentista contra el Estado colonial francés. GARA

a distancia

Los llamados partidos sin militancia se imponen. La elección de Royal como candidata se hizo a través de internet y todos los candidatos (los doce) han contratado a una compañía de EEUU para «el pegado de carteles».

presidenciales

El poder del presidente (elige al primer ministro y puede disolver el Parlamento, entre otras prerrogativas) junto a las presiones para el padrinazgo de los candidatos es la muestra de un sistema alejado de los principios que dice defender.

voto util

En la segunda vuelta, el llamado voto útil condicionará el resultado final. El voto al «menos malo» puede traer otros cinco años de recortes de las libertades y los logros sociales, privatizaciones, deslocalizaciones....

UE, CON ROYAL

Los ciudadanos de la Unión prefieren con diferencia a Ségolène Royal frente a Nicolas Sarkozy. El 17% de los encuestados a través de internet prefiere a la candidata del PS, frente al exiguo 6% que se decanta por el candidato derechista.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo