Con una concentración que se celebrará hoy, a las 20.00 en la calle Resurrección María de Azkue, Sos-Ezkerraldea pretende denunciar la pasividad de las instituciones -Ayuntamiento y Gobierno de Lakua- ante las posibles consecuencias que se derivan de la aparición de lindane en el municipio de Barakaldo.

El foco de este peligroso contaminante salió a la superficie en el curso de las obras de construcción de unas viviendas de protección oficial, el pasado mes de enero. El colectivo ecologista Espitsua interpuso el día 14 una denuncia en el Juzgado de Barakaldo y, una semana más tarde, el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Lakua confirmaba que se trataba del mencionado pesticida.

Según pone de manifiesto Sos-Ezkerraldea, desde entonces y hasta la fecha, «las únicas iniciativas a nivel institucional para atajar y preservar la salud tanto de los vecinos y vecinas de la zona, como de los trabajadores y trabajadoras que desarrollan su actividad en dichas obras ha consistido la colocación de dos placas de metal sobre dos puntos de la parcela, lo que no protege la tierra contaminada ni del viento, ni de los efectos de la lluvia».

Paralizar las obras

La plataforma, que hizo público ayer un comunicado encabezado por la frase «Barakaldon duintasunez... ¡El lindano mata», reclama como medida urgente la paralización de las obras que se llevan a cabo en los suelos sospechosos de estar contaminados.

Además, insta a que se realice un estudio de la magnitud de las exposiciones a las que se han enfrentado y se siguen enfrentando los colectivos expuestos al vertido contaminante.

La plataforma hace un repaso histórico, con el lindane como protagonista. «Bilbao Chemical S.A. comenzó a producir y almacenar incontroladamente este producto, hasta que en 1986, desde las instituciones, se le prohibió la salida de este producto. En ese momento, la empresa comenzó a almacenarlos en sus propios pabellones, hasta que no dispuso de mas espacio y abandono las instalaciones con 5.000 toneladas de HCH (pesticida contaminante) en su interior y sin ninguna medida de protección».

Más tarde se constataría que existían al menos 37 focos de vertidos incontrolados repartidos por todo el territorio vizcaino, en los que se almacenaban cerca de 66.000 toneladas, y el Gobierno de Lakua procedió a encerrar este producto en una celda de seguridad en Argalario. Ésta ya está clausurada, «pero tanto en Barakaldo como en otros municipios de Ezkerraldea sigue apareciendo lindane», constata Sos-Ezkerraldea.