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«El pasado de represión cultural nos ha retrasado respecto a otros países»

Xavier Cánovas

Cantante de discípulos de otilia

La banda barcelonesa Discípulos de Otilia cumple 15 años. Y qué mejor manera que celebrarlo con un nuevo disco. «En Blanco & Negro» recoge diecisiete nuevos temas del numeroso grupo. La gira de presentación del CD ha incluido tres fechas en Euskal Herria. GARA charló con Xavier Cánovas, durante su estancia en nuestra tierra.

Izaskun LABEAGA | BILBO

``Ecuación'' es la canción que abre el nuevo álbum de Discípulos de Otilia, un trabajo con el que ha colaborado Fermín Muguruza, entre otros músicos. La caja incluye un DVD con contenidos extras -entrevistas, videoclips y un reportaje de la gira por México en 2006-.

El disco aporta 17 nuevos temas, cantados en catalán, castellano e inglés, con frases en francés e incluso el euskara. En lo musical, conserva la esencia de DDO: una mezcla de ritmos ska, rock y punk, aunque la banda ha buscado esta vez un tono más rockero, más cercano al sonido de su potente directo: «Hemos subido las guitarras distorsionadas y hemos llevado la batería al primer plano», explica su cantante, Xavier Cánovas. El resultado es un disco muy fresco, que está recibiendo muy buenas críticas.

Ha contribuido a ello el clima en el que los catalanes han grabado el disco. Cuentan con estudio propio, lo que les permite tomarse todo el tiempo del mundo hasta conseguir el acabado deseado. Cuentan, asimismo, con discográfica propia: Soul Panda Records.

Una banda solidaria

A través de sus canciones, DDO expresan sus ideas sin tapujos. «Siempre hemos hecho crítica de lo que no nos gusta, siempre con un punto de humor y cinismo. Lo triste es que llevamos 15 años haciendo crítica y nada ha cambiado. Vemos con pena la pérdida del espíritu rebelde, sobre todo entre los jóvenes», lamenta Cánovas. ``Ecuación'' viene a ser «una llamada a los ciudadanos a tomar las calles».

Opina el cantante que los músicos han de asumir compromisos ante la sociedad: «La nuestra es una herramienta de comunicación muy importante porque podemos llegar a mucha gente», dice. El grupo ha decidido ir más allá y colabora económicamente con tres ONG -Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México, Mosaic y Fundació Pare Manel-. Parte de los ingresos que obtengan con este disco irán dirigidos a estas entidades.

Cánovas es una de las voces de DDO, que cuenta en sus filas con otros nueve músicos: Jofre Maruny (voz), Francesc Danés (guitarra), Marc Bahamonde (guitarra), Jacob Suárez (bajo), Marc Canal (hammond y sintetizadores), David Gálvez Anthrax (batería), Pau Savall (saxo tenor), Pep Arimont (trompeta) y Bernat García (saxo barítono).

Con Fermín Muguruza

El grupo está inmerso en la gira de presentación de ``En Blanco & Negro», que arrancó en febrero. Han ofrecido ya 40 conciertos antes de recalar en Euskal Herria. Ayer presentaron su disco en el gaztetxe de Gasteiz, hoy estarán en Tolosa (Bonberenea) y mañana les veremos en Bilbo (Kafe Antzokia).

Regresarán a casa antes de tomar rumbo a México, una de las aventuras que más les apetece y donde volverán a coincidir con Muguruza, tras su colaboración con este disco. Otros invitados han sido Julián Hernández (Siniestro Total), Fundación Tony Manero y Chocadelia Internacional. Quisieron rodearse de «la gente del Estado que nos ha influenciado -apunta el cantante-: Fermín era el primero. No lo conocíamos pero lo encontrábamos muy comprometido socialmente y con las ideas muy claras. Trabajar con él ha sido una gozada».

De Julián Hernández envidian «su forma de escribir las letras: su cinismo, su humor negro, su locura con cordura. Julián y Fermín han sido para nosotros dos personas básicas», señala.

DDO seguirá su periplo por Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, el Estado francés e Italia. «Nos da rabia que fuera nos aprecien tanto y aquí tan poco», se queja Cánovas. Cree que responde a «una falta de cultura musical. No quiero decir que seamos unos catetos. Lo que ocurre es que tenemos un pasado de represión cultural que nos ha retrasado con respecto a otros países; nos falta esa apertura, ese instinto por buscar cosas nuevas que tienen en otros países», opina el artista catalán.

Respecto a los conciertos que están ofreciendo este año, Cánovas asegura que son «explosivos y divertidos», en la línea de los directos que han ofrecido a lo largo de esta trayectoria de 15 años. «Nuestro objetivo primero es divertirnos sobre el escenario y automáticamente se crea una empatía en el público». Llegan a Euskal Herria con una actuación «super rodada», lo que les permite aparecer con confianza «y ser más creativos».

De regreso a Euskal Herria

No volvían a nuestra tierra desde los conciertos que ofrecieron en Ipar Euskal Herria hace cuatro años. Xavier Cánovas explica los motivos de esta ausencia: «Cuando empezaron a cerrar sedes nosotros lo notamos muchísimo. Todas las agrupaciones civiles que organizaban con- ciertos se vieron sin fondos, se vieron perseguidas y automáticamente, nosotros también. Fermín y Soziedad Alkoholika han sufrido el boikot de sus conciertos fuera y los grupos que solíamos venir por Euskal Herria dejamos de venir porque no se organizaban conciertos. Es muy fuerte que se ahogue a la gente así, que se ahogue a la cultura de esta forma. ¡Esto es represión!», denuncia.

Preguntado acerca de las expectativas del grupo, el cantante de Discípulos responde que «hemos tenido momentos de gloria, hemos estado en los pozos más oscuros, jodidos, casi sin conciertos, pero seguimos aquí. Nuestro secreto ha sido no rendirnos nunca, a pesar de las circunstancias. El futuro va a ser ese: nosotros a la nuestra, luchando y, si algún día las cosas están tan mal como para que tengamos que buscarnos una alternativa, pues la buscaremos».

DENUNCIA

«Notamos mucho el cierre de sedes aquí. Las asociaciones que organizaban conciertos se vieron sin fondos y perseguidas, y automáticamente, nosotros también»

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