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"No aceptamos que se diga que mientras haya violencia aquí no se habla de política"

Juan Jose Ibarretxe | Lehendakari del gobierno de lakua

El habitual optimismo de Juan José Ibarretxe (Laudio 1957) no reluce tanto estos días. Se le nota preocupado por el devenir del proceso. Pero asegura que su gobierno no se va a quedar parado, aunque se resiste a concretar cuáles serán los pasos que dará. Insiste en que están en el programa del tripartito. Allí se lee que ésta será la legislatura del acuerdo político y que el Ejecutivo pedirá autorización al Parlamento para realizar una consulta sobre el mismo «en ausencia de violencia y sin exclusiones».

El 30 de diciembre, el Gobierno que lidera dijo que no podía ni quería dar por roto el proceso de paz. ¿Cómo ve ahora la situación?

El 30 de diciembre fue un mazazo universal para todos, para el Gobierno español, para el Gobierno Vasco y el lehendakari, y creo que también fue un mazazo para Batasuna y el mundo de la izquierda abertzale. A partir de ahí, es evidente que si hay alto el fuego no hay bombas y si hay bombas no hay alto el fuego. El proceso de paz está en una situación delicadísima porque ETA lo voló por los aires. Recuperarlo requiere una manifestación inequívoca de ETA diciendo que esto se ha acabado, que, por otra parte, es lo que tiene aún sin contestar a Batasuna, que tras el comunicado le transmitió que el que se reservara la capacidad de respuesta generaba confusión no sólo en la sociedad vasca, sino también en amplios sectores de la izquierda abertzale. Esto fue decirle `retira por favor las reservas que has puesto'. ETA no ha contestado todavía y yo sigo esperando esa respuesta a una reflexión de calado de Batasuna. Además, tiene que decir que el alto el fuego es para siempre, porque se lo debe a la sociedad vasca.

¿Y esa afirmación de que el Gobierno no quiere ni puede dar por roto el proceso, en qué se concreta?

Quiere decir que nosotros no vamos a estar de brazos cruzados, porque el protagonista no es ETA ni el Gobierno español. Nos gustaría que la puerta del proceso de paz siguiera abierta, trabajar de manera conjunta en la consecución de acuerdos con otros partidos pero, si esto no es así, no vamos a estar parados y vamos a aplicar lo que se prevé en nuestro programa.

¿Qué pasos serían esos?

Retomar la iniciativa política. La normalización se tiene que dar en este país exista o no ETA y le tenemos que dar al pueblo lo que es suyo, la paz y la capacidad de decisión. Hay un compromiso en ese sentido en el programa del tripartito. El tripartito y Aralar somos la columna vertebral política de este país porque contestamos con contundencia no a la violencia y sí al derecho a decidir. Porque el PP y el PSOE contestan no a la violencia y no al derecho a decidir y la izquierda abertzale contesta con un sí a la capacidad de decidir del pueblo vasco, pero no acaba de decir no a la violencia. No vamos a volver atrás, eso significa no aceptar que ETA y sus decisiones de actuar o no marquen la pauta de este país. Ni que la marque el Gobierno español diciendo que mientras no se acabe con la violencia aquí no se habla de política, porque decir esto le entrega todo el protagonismo a ETA.

Eso de que mientras ETA no deje las armas no va a haber una mesa de partidos se lo he escuchado yo a Josu Jon Imaz...

Le ha oído mal.

¿Cuál es la posición?

Es la posición de PNV, de EA, de EB y de Aralar.

Entonces, ¿se va a avanzar en los próximos meses hacia una mesa de partidos?

La propia Batasuna ya recoge en la propuesta de Anoeta -y yo lo comparto- que un espacio de acuerdo político, de diálogo resolutivo, sólo es posible en ausencia de violencia. Por lo tanto, con los planteamientos que está trasladando hoy está tratando de preservar su mercado doméstico, pero sabe que está traicionando el espíritu de Anoeta, donde se establecía clarísimamente una diferenciación entre paz y política. En el espacio de paz, presos, etcétera, el trabajo correspondía al Gobierno español y a ETA, y en el espacio de la política correspondía a los partidos y todo ello concluiría con una consulta. Por lo tanto, no hay que mezclar ambos espacios. Y cuando Batasuna solicita acuerdos entre partidos -algo que puede parecer normal- sabe que la mesa y el diálogo resolutivo sólo es posible en ausencia de violencia. A partir de ahí, nosotros no vamos a estar quietos. Sin depender del Gobierno español, que esté quien esté se mantiene en que `mientras esté ETA no hablaremos de política', ni tampoco de ETA, a la que le parece estupendo también porque dice `mientras estemos en medio éstos no hablarán de política'.

¿Y ese hablar de política en qué se va a concretar?

En iniciativas políticas, como hemos tenido en el pasado y tendremos. Lo tenemos recogido en nuestro programa. Por tanto, que nadie se ponga nervioso. Ahí establecimos que ésta era la legislatura para debatir y decidir y vamos a trabajar para que en esta legislatura se puedan someter a la sociedad vasca iniciativas políticas.

¿Someter a referéndum?

Sí, a consulta democrática.

¿Qué tipo de iniciativa?

Ya veremos, vayamos paso a paso. Tranquilidad. Las verán con normalidad, se irán planteando. Nunca hemos dicho nada que no fuéramos a hacer ni hemos dejado sin cumplir nuestra palabra. La esperanza para esta sociedad no está ni en ETA ni en el Gobierno español -esté quien esté, me da lo mismo uno que otro-. La esperanza es trabajar para darle la palabra al pueblo,

Para que el pueblo tenga la palabra hay que preguntarle sobre algo... ¿qué sería?

Ya veremos, ya veremos. Estad tranquilos, ya lo veréis...

Quedan dos años de legislatura.

Queda muchísimo tiempo. El resumen es que no vamos a estar quietos. No acepto volver al pasado destructivo.

Alguna gente puede echar de menos saber cuáles son esos proyectos...

La gente ha visto que si alguien ha puesto propuestas sobre la mesa hemos sido nosotros. Tenemos un activo institucional, el Nuevo Estatuto Político, el único que tiene mayoría absoluta, y está depositado en el Parlamento.

Ese Estatuto da la impresión de estar guardado en un cajón...

No, está plenamente vigente. Depositado en el Parlamento vasco y a su disposición. En su día el Parlamento vasco dijo sí por mayoría absoluta y el Parlamento español dijo no. ¿Se puede imponer la decisión del Parlamento vasco al español? No, ¿Se puede imponer la decisión del Parlamento español al vasco? Tampoco.

¿Y cuál es la solución de esa ecuación?

Hay que resolverla negociando.

Josu Jon Imaz está trasladando la posibilidad de la inminencia de un atentado. ¿Tiene su gobierno datos que avalen esa posición?

El único dato que tenemos, y que no nos gusta, es que ETA, en lugar de decir que la violencia se ha acabado para siempre, está reorganizando comandos, como el Donostia. No es eso lo que la sociedad espera. Yo estoy convencido de que ETA puede hacer sufrir todavía una enormidad a la sociedad vasca, pero el ciclo de la violencia se ha acabado. Si tengo ese convencimiento es porque creo que en la izquierda abertzale hay una inmensa mayoría que piensa así.

¿Actos como el del pasado domingo en el Euskalduna parten de esa convicción de que el ciclo de la violencia se ha acabado?

No sólo el del domingo. El del viernes en Gernika, el Plan de Paz y Convivencia, la reflexión que se hace en relación con torturas, la reflexión que se hace en relación con la política penitenciaria, la necesidad de que todos los derechos humanos se apliquen a todas las personas con independencia de que estén encarceladas y sentenciadas por horribles delitos, los actos de reconocimiento a las víctimas de la Guerra Civil ¡de hace setenta años!... A veces nos cuesta terriblemente decir `lo siento'. No debe haber problemas para ello. La sociedad vasca no es responsable de los crímenes de ETA, pero yo me siento legitimado como lehendakari para decir `lo siento' por si no hemos tenido la suficiente cercanía en relación con las víctimas de esa violencia. El espacio de trabajar por la reconciliación parte de esta convicción de que el ciclo de la violencia toca a su fin.

Hay quien ha denunciado que actos como el del domingo en lugar de favorecer la reconciliación, al ser parciales, ahondan la división entre víctimas.

Yo respeto las críticas y las alabanzas. Hay que ser permeable. Fue un acto hecho desde el corazón y sinceramente para decir `lo siento' por la falta de cercanía. A veces hay un velo invisible que no nos deja ver el padecimiento en los demás. Tene- mos que ir trabajando para que desaparezca ese velo, para que contemplemos no sólo el sufrimiento de los propios sino tanbién el de los ajenos.

Lehendakari, ¿y el padecimiento de las 77 víctimas del GAL y de la...

Sin duda, sin duda. No sólo ésas, y las del 3 del Marzo y tantas y tantas.

¿Y para cuándo esos actos?

Esas actuaciones están recogidas en el Plan de Convivencia y cada uno de esos colectivos tiene un determinado tratamiento y, por lo tanto, sin falsas equidistancias, hay que trabajar.

¿El pueblo vasco tiene que pedirle perdón a Carrero Blanco, por ejemplo?

Actos que están hechos de corazón no se pueden plantear en los términos en los que me hace esa pregunta. Este acto no es para pedir perdón por los crímenes de ETA. Por esos crímenes quien tiene que pedir perdón es ETA, que de manera ilegítima se ha apropiado del pueblo vasco para decir que esos crímenes se han cometido en nombre del pueblo vasco. Fue un `lo siento' por si alguna vez no hemos tenido la suficiente cercanía con las víctimas. Eso es exactamente lo que hacemos en el acto, que no tiene nada que ver con la pregunta que me hace.

 
"El cauce central es el tripartito más Aralar"

Estamos a las puertas de unas elecciones y, en la CAV, PNV y EA van por separado y EB se ha coaligado con un partido de la oposición. ¿Cómo se gestiona eso?

Perfectamente. Para mí ha sido un honor ser por dos veces candidato de la coalición PNV-EA. Tenemos que respetar las decisiones de los partidos. Ahora bien, vuelvo a repetir que el tripartito es la centralidad política del país respecto a un extremo -el PSOE y el PP- y el otro -la izquierda abertzale-. El tripartito y su propuesta de Nuevo Estatuto Político son instrumento de construcción de futuro.

¿Tendrá ese cauce central reflejo en ayuntamientos y diputaciones?

A mí me gustaría.

¿Y si no dan los números?

Entonces habrá que hablar con los demás y admitir que se seguirá gobernando. Allá donde dé y donde no dé habrá un gobierno. Hay que admitirlo y no le veo problema. En Araba el PP perdió las elecciones y tiene el diputado general gracias al PSOE. En la margen izquierda, hay municipios que perdió el PSOE y tiene alcalde gracias al PP. Sorprendente viendo que en España se llevan a matar.

¿Se corregirá eso con acuerdos entre el PNV y el PSE?

No sé qué acuerdos se darán después de las elecciones. El cauce central es el tripartito más Aralar. Y donde las mayorías no den habrá que hacer diferentes acuerdos. Normalización es que pueda haber acuerdos de todo tipo.

Usted dice que le gustaría que Batasuna se presentara con su nombre y sus dirigentes a las lecciones pero, ¿cree que la izquierda abertzale estará presente?

No sé de qué manera. Hubo quien en su momento decía que si se permitió la presencia de EHAK fue porque sectores del PSOE y del PP pensaron que era más importante que el tripartito no tuviera mayoría absoluta que el que la izquierda abertzale tuviera presencia. Yo no participo de esa tesis. A mí me parece importante que EHAK esté en el Parlamento y que en las elecciones estemos todos, porque es la sociedad quien da o quita legitimidad. A partir de ahí viviremos una especie de gran cálculo y acabaremos aburriendo a la sociedad. Dicho esto, y apostando por la participación de todos en las elecciones, también quiero decir que el gran obstáculo para que Batasuna haga política es la violencia de ETA. Eso lo sabe la dirección de Batasuna y la gran mayoría de su base. No hablo en términos electorales, sino de hacer política.  

Iñaki IRIONDO

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