Al menos 75 talibanes murieron en el primer día de la ofensiva lanzada el lunes en el valle de Sangin, en la provincia de Helmand, por fuerzas de la OTAN y afganas, según anunció ayer un comandante militar .

Los milicianos fallecieron el lunes, cuando las tropas británicas, danesas y afganas se abrieron camino en el valle de Sangin, según el mayor Dominic Biddick, comandante de las tropas británicas implicadas en la operación.

Según indicó el portavoz a Associated Press, los soldados detuvieron a varios presuntos milicianos y descubrieron un escondite de armas «durante una operación de todo el día». Además, un soldado británico resultó herido, indicó el portavoz, que no dio más detalles sobre su estado.

«La operación fue mejor de lo que mucha gente había anticipado», declaró Biddick a un reportero de AP que viaja con su unidad. «En un momento dado, había seis compañías que participaban, al mismo tiempo, en enfrentamientos», precisó.

La misión en el valle de Sangin forma parte de la «Operación Aquiles», la mayor maniobra de la OTAN contra los talibán, que empezó en marzo. La operación se centra en «recuperar» la provincia de Helmand de los insurgentes que prácticamente la controlan.

Por otra parte, al menos cuatro presuntos insurgentes que llevaban a cabo un asalto en la localidad de Spera, en la provincia de Jost, fronteriza con Pakistán, murieron el lunes, según informó la coalición que encabeza EEUU en un comunicado. La Policía defendió la localidad hasta que un avión de la OTAN vino en su ayuda, matando a cuatro insurgentes e hiriendo a otros siete.