En ciertos lugares del planeta Tierra asegura la voz popular que si no bailas, no ligas. El pasado domingo fue el Día Internacional de la Danza, y como viene siendo habitual, un mensaje anodino nos recordaba que bailar es algo consustancial al ser humano, que es una forma de expresión, que forma parte de nuestro tejido antropológico. El lunes, TVE siguió ofreciendo ese espacio recolector de audiencias que presenta de manera absolutamente integrada Anne Igartiburu, y no sería capaz de entender si «¡Mira quién baila!» podría considerarse un programa que defienda la danza de manera conceptual o el baile de manera instrumental. Podría consensuar una zona intermedia colocándolo en un territorio amable, sensual, alegre, que busca crear una atmósfera que escape de las tensiones.

Lo que yo ahora me pregunto es si, verdaderamente, en los lugares donde los seres humanos se socializan con intereses sexuales se baila de la manera que se baila en este programa. La noche de este lunes unas parejas modeladas en gimnasios, departamentos de estética aplicada y vestuario de revista bailaron unos pasodobles que si quitabas el sonido eran simplemente irreconocibles. De acuerdo, todo evoluciona, no es lo mismo la expresión popular y espontánea de tu tío en la boda de tu prima que estos bailarines profesionales, pero temo por la audiencia que tiene este programa. Es muy posible que además de promocionar los modelos que luce la presentadora, sea una escuela de baile, que cree estilo. O mejor dicho que cree angustia y necesidad, y que cuando se vaya a un lugar de baile para buscar apareamiento no es que si no bailas no ligues, es que como no bailes bien te quedas sudando y hablando con el camarero.

Los que aseguran que viendo a alguien bailar se intuye cómo puede ser en la otra gimnasia más íntima, estas parejas de baile profesional son de un tecnicismo tal en sus movimientos que me cuesta mucho que se despierte mi líbido. Y estoy hablando de asuntos como el pasodoble o la rumba que son ritmos que han ido evolucionando a mi lado como la alopecia. Bailar pegados no es bailar. ¿Bailas? Si te dicen que sí, ¿qué significa? Siempre pensando en lo mismo.