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MAIATZAREN LEHENA

Un Primero de Mayo contra el temporal de la precariedad

Las movilizaciones del Primero de Mayo en Euskal Herria tuvieron a la precariedad de las condiciones laborales como denuncia común. Para hacerle frente LAB reclamó un cambio político y social basado en el derecho a decidir y que haga posible un modelo económico propio, ELA propuso la confrontación en la negociación y rechazó el diálogo social de CCOO y UGT, quienes, por su parte, lo defendieron como instrumento útil junto a la unidad sindical.

Pablo RUIZ DE ARETXABALETA | GASTEIZ

La precariedad de las condiciones laborales fue el problema que todas las convocatorias sindicales del Primero de Mayo pusieron de relieve ayer en Euskal Herria. La necesidad de dignificar las condiciones de los trabajadores estuvo tan presente como la lluvia en prácticamente todas las manifestaciones. Pero. como dijo Rafa Díez Usabiaga bajo el aguacero en Gasteiz, «a pesar de la que está cayendo, otra Euskal Herria es posible».

Sin embargo, cada sindicato subrayó la necesidad de diferentes paraguas para hacer frente al temporal de la precariedad. Así, ELA, que centró en Bilbo los actos de este día, quiso poner de relevancia el «orgullo de clase» y achacó a CCOO y UGT la responsabilidad de un mercado laboral en el que abundan los contratos precarios por «firmar lo que los empresarios quieren». También acusó al Gobierno de Lakua de ser «sumiso» a la patronal, a la que baja los impuestos a la vez que recorta el gasto social.

Como alternativa a esta situación propuso avanzar en la negociación colectiva «allí donde se pueda» y en el campo político «unir fuerzas soberanistas para avanzar en el escenario político sin ETA».

Hora de cambios

LAB, por su parte, subrayó la necesidad de un cambio político que sustente, a su vez, un cambio en el modelo económico. El sindicato abertzale repartió las movilizaciones de este año en 19 localidades diferentes.

Para este sindicato es fundamental despejar la borrasca de la falta de derechos laborales a través del respeto del derecho a decidir, no sólo para construir un escenario democrático, sino también para garantizar que se puedan desarrollar políticas económicas y sociales propias.

El diagnóstico de su secretario general, Rafa Díez, sobre la situación de desigualdad y discriminación que sufren los trabajadores apuntó a las reformas pactadas por UGT y CCOO con la patronal y el gobierno en el Estado español como una de sus causas.

Pero también criticó el «regionalismo de negocio» de PNV y UPN como otro de los nubarrones que oscurecen el futuro de los trabajadores. Frente a ello, apostó por un modelo económico y social propio, para el que también resulta indispensable el derecho a decidir.

Pero además, LAB observó que el cambio social también debe construirse a diario en las empresas, abriendo claros a través de la lucha de clases cotidiana, en la acción sindical y en la negociación colectiva.

Diálogo social y unidad

Muy diferente fue el pronóstico de CCOO y UGT, que se manifestaron de forma conjunta en las capitales de Hego Euskal Herria excepto en Iruñea. Para hacer frente a las tormentas de la precariedad, estos sindicatos defendieron el diálogo social y la unidad sindical.

Su reclamación también fue el empleo de calidad y salarios dignos, pero centraron sus críticas en «los sindicatos que impiden la unidad para sacar adelante la negociación colectiva» y en ETA, a la vez que aseguraron que que los pactos que han suscrito permiten mejorar las condiciones laborales y salariales. Por ello, pidieron un diálogo social en Euskal Herria como el que han llevado a cabo en Madrid, con el que pronosticaron que el clima laboral mejorará.

En Ipar Euskal Herria tampoco faltó la lluvia en la manifestación que llevaron a cabo CFDT, CGT, FSU y UNSA por un lado y LAB en un segundo bloque. Los primeros hicieron hincapié en la defensa de los servicios públicos y en la necesidad de extender los contratos indefinidos.

LAB también alertó del riesgo de desaparición de los servicios públicos así como de la precariedad y de los accidentes, insistiendo en la necesidad de un espacio socioeconómico propio y alabando el trabajo de Laborarien Ganbera.

STEE-EILAS llevó a cabo su movilización en Iruñea en defensa de la escuela pública, sin olvidar tampoco la precariedad y los grandes beneficios empresariales. ESK llevó a cabo una manifestación en Bilbo en la que denunció los «impensables» beneficios que las empresas obtienen a la vez que el mercado de trabajo sigue marginando, sobre todo, a mujeres y jóvenes. CGT, CNT y USO demandaron en Bilbo justicia social contra la precariedad .

El sindicato de transportistas autónomos Hiru también se sumó a la demanda de trabajo en condiciones dignas y, en el caso del transporte, sin accidentes que van ligados a las malas condiciones laborales. Aunque no realizó convocatorias propias pidió a los transportistas que se sumaran a las del resto de sindicatos. Estimó que los transportistas ofrecen un servicio público que no se valora lo suficiente a la hora de retribuirlo, y que se prima la velocidad a pesar de que empeoren las condiciones laborales.

También recordó que a los transportistas autónomos no se les reconocen los accidentes laborales, contabilizados como accidentes de tráfico, ni las enfermedades profesionales. Igualmente denunció el olvido de las instituciones, que adoptan medidas que benefician a las grandes empresas del transporte.

Finalmente la plataforma contra la exclusión social Elkartzen puso de relieve la necesidad de que «los sectores populares se organicen y luchen por sus derechos sociales para poner freno a la precarización a la que están siendo sometidos como resultado del recorte de derechos sociales y laborales que trae consigo el neoliberalismo impulsado por PNV, UPN, UMP y avalado por PSE, PSN, PSF, EA, IU...»

En las diferentes movilizaciones en Euskal Herria, Elkartzen sacó a la calle la reivindicación de un Salario Mínimo Interprofesional que esté por encima del umbral de la pobreza, fijado en los 804 euros al mes.

pactos

ELA y LAB achacaron a CCOO y UGT la responsabilidad de un mercado laboral precario por firmar «lo que la patronal quiere».

UNIDAD

CCOO y UGT apelaron a la unidad sindical para sacar adelante la negociación colectiva, mientras ELA destacó la necesidad de confrontación en la negociación y LAB apeló a la «lucha de clases diaria» en las empresas.

DECISION

LAB vio necesario el derecho a decidir para construir un modelo económico propio, ELA apostó por la unión de «fuerzas soberanistas» y CCOO y UGT aseguraron que el debate «es entre izquierda y derecha y no entre instituciones».

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