Las elecciones de mañana en Escocia y Gales suponen un reto para el laborismo
Los comicios que se celebran mañana para elegir el Parlamento escocés, la Asamblea galesa y 312 municipios ingleses suponen un reto para el Partido Laborista británico ante el previsto auge del SNP y Plaid Cymru.
GARA |
Las elecciones municipales de mañana en Inglaterra y las autonómicas en Escocia y Gales serán un veredicto para el Partido Laborista británico, en el tramo final de la gestión del primer ministro, Tony Blair.
Cerca de 40 millones de personas están llamadas a las urnas para votar en 312 municipios ingleses, con excepción de Londres -donde se votó el año pasado-, y elegir a los 129 miembros del Parlamento escocés y a los 60 de la Asamblea galesa.
En Inglaterra están en juego 10.500 concejalías, la mayoría en las zonas del este, sur y suroeste.
Si bien el electorado vota de manera diferente en los comicios locales que en los generales, los de mañana pueden ser calamitosos para el laborismo, a juzgar por las encuestas sobre intención de voto que sitúan a los conservadores por delante.
Los escoceses también tendrán comicios locales, ya que se votará en 32 ayuntamientos, pero los más importantes serán los del Parlamento escocés, donde se elegirán 129 escaños, de los que 73 corresponden a las circunscripciones y 56 son miembros de las ocho regiones en las que está dividida Escocia.
Cada región tiene siete representantes en Holyrood, sede del Parlamento de Edimburgo, que, junto con los miembros de las circunscripciones, tienen un mandato de cuatro años.
Los 129 escaños serán elegidos por voto único transferible, que pone énfasis en la proporcionalidad para evitar el bipartidismo que se da en las generales en el Parlamento de Westminster (Londres).
Hasta ahora, el Partido Laborista era mayoritario en Escocia, donde tiene 50 escaños y gobierna en coalición con los liberales demócratas.
Tendencia al alza del SNP
Al laborismo le sigue el Scottish National Party (SNP), pero todos los sondeos apuntan a que ésta será la organización más votada mañana, aunque no obtendrá mayoría. Para poder gobernar en Escocia se necesitan al menos 65 escaños.
Con excepción de política exterior, inmigración, defensa, seguridad social, empleo y seguridad nacional, el resto de los poderes corresponden al Parlamento de Holyrood.
Además de Escocia, se celebran elecciones a la Asamblea galesa, aunque no habrá comicios municipales como en Escocia, y se votará también a través del voto único transferible.
Los galeses elegirán a los 60 miembros que integran la Asamblea, formada por 40 representantes de las circunscripciones y 20 por las cinco regiones en que está dividido Gales.
El Gobierno, con sede en Cardiff, está actualmente en manos de los laboristas, los más votados, seguido por los nacionalistas del Plaid Cymru, que pueden avanzar en los comicios de mañana.
El partido más votado no necesariamente forma gobierno en Gales, puesto que las formaciones minoritarias pueden buscar alianzas para estar a cargo de la Administración autonómica.
A diferencia del Parlamento escocés, la Asamblea galesa cuenta con menos competencias, puesto que está a cargo de la salud, educación, desarrollo económico, transporte, cultura y servicios sociales, pero no puede decidir, como en el caso de Escocia, en materia fiscal.
El Parlamento escocés, con sede en Holyrood, en Edimburgo, cuenta con 129 electos, de los que 73 corresponden a las circunscripciones y 56 representan a las ocho regiones en las que está dividida Escocia.
La Asamblea galesa, con sede en Cardiff, está integrada por 60 parlamentarios, de los que 40 son representantes de las circunscripciones y 20 son elegidos en las cinco regiones en las que se divide Gales.