Aumentan las presiones para que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se vaya
GARA |
Los llamamientos a la dimisión del primer ministro israelí, Ehud Olmert, se multiplicaron el día después de la publicación del informe que le responsabiliza del fracaso de la última campaña militar contra Líbano.
Hasta voces dentro de su formación, Kadima, comenzaban a pedir su cabeza.
Paralelamente, la presión crecía desde el interior del Gabinete de Olmert. El secretario general del Partido Laborista y ministro sin cartera, Eytan Cabel, presentó su dimisión. Esta podría acelerar una deserción general de los laboristas que, con sus 19 diputados, son los principales socios de coalición de gobierno con Kadima.
Piden tiempo
Mientras un sondeo hecho público hace horas apunta a que el 70% de los israelíes exige la dimisión de Olmert y en vísperas de la multitudinaria manifestación de mañana jueves, diarios como `Haaretz' insistían en que «lo más grave es que el informe certifica que este Gobierno no será capaz de llevar a cabo la próxima guerra y de ganarla».
Por contra, varios ministros de Kadima coincidían en señalar que una dimisión y la convocatoria de elecciones anticipadas serían hoy prematuras.
El antiguo laborista y hoy miembro de Kadima Simon Peres defendió esta posición pero desde una clave estratégica. «Otras elecciones serían interpretadas en el mundo árabe como un fracaso y nos dejarían en una situación precaria sin precedentes», advirtió.
Desde la Palestina ocupada, la Yihad Islámica saludó el informe contra Olmert como una victoria de la resistencia ibanesa y como prueba de la incapacidad del Ejército israelí y de sus comandantes».