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El fin del UVF o el respaldo lealista a la reinstauración de las instituciones

La organización paramilitar lealista más temida en Irlanda, el UVF, ha dado por terminada su campaña militar y se disolvió a medianoche de ayer, en lo que se interpreta como una clara muestra de su apoyo al reestablecimiento de las instituciones autonómicas norirlandesas.

Soledad GALIANA

El grupo paramilitar lealista Fuerza Voluntaria del Ulster (UVF), también conocido como Comando de la Mano Roja, dejó de existir en la medianoche de ayer, para transformarse en una organización civil, después de poner sus armas fuera del alcance de sus militantes. El anuncio de la organización se produjo en la mañana de ayer. En la declaración de la organización, hecha pública por el ex preso lealista y fundador del grupo paramilitar en 1966, Gusty Spence, el UVF afirmó que las actividades de reclutamiento, entrenamiento militar y selección de objetivos han llegado a su fin y que sus unidades en servicio activo han sido desactivadas.

Sin embargo, la Comisión de Decomiso de Armamento, encabezada por el canadiense John de Chastelain, ya ha advertido de que la modalidad de desarme del UVF no cumple con los requisitos establecidos por el Gobierno británico, ya que las armas no serán destruidas, sino almacenadas bajo el control de los líderes de la organización y, según el comunicado del UVF, «fuera del alcance de sus miembros».

La decisión del UVF está claramente ligada a la futura reinstauración de las instituciones norirlandesas el próximo martes 8 de mayo. Hay que recordar que el pasado año, la organización paramilitar pidió a Ian Paisley que formará gobierno con Sinn Féin, al considerar que un Gobierno autonómico con presencia republicana era preferible al Gobierno conjunto de Londres y Dublín.

De hecho, en una entrevista con la cadena pública irlandesa RTU, el ex preso del UVF Tom Roberts afirmó que la decisión del UVF de hacer pública la declaración en este momento es una indicación clara de que «el UVF y la Mano Roja están contentos con el reestablecimiento de las instituciones políticas y están contentos con la presencia de Ian Paisley y Martin McGuinness en el Gobierno».

John O'Dowd, de Sinn Féin, apuntó que «señala el reconocimiento de una nueva realidad política donde no hay sitio para la acción armada o violenta».

A pesar de la reticencia en ciertos sectores políticos, la declaración del UVF pone fin a la campaña del grupo paramilitar lealista más activo y temido, al que se le atribuye la responsabilidad de quinientas muertes, incluyendo la de los 33 civiles que murieron en las explosiones del 17 de mayo de 1974 en Dublín y Monaghan.

A pesar de haber declarado el alto el fuego hace trece años se considera al UVF responsable de al menos 20 muertes desde octubre de 1994.

no cumple

La Comisión de Decomiso de Armamento ya ha advertido de que la modalidad de desarme del UVF no cumple con los requisitos establecidos por Londres, ya que las armas no serán destruidas.

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