El sector de troqueles y matrices para automoción de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa está integrado por un grupo de aproximadamente treinta empresas, que emplean alrededor de 3.500 trabajadores y mantiene unos niveles de facturación de 324 millones, según los datos facilita- dos por la Federación Vizcaina de Empresas del Metal.

En una jornada técnica celebrada en Bilbo, el sector reconoció que se está produciendo una reducción de los precios de adjudicación de los pedidos, entre un 25% y un 30%, por la elevada competencia existente. Son conscientes de que el exceso de capacidad de producción instalada a nivel global no permite pensar en «una recuperación de precios en el medio plazo».

En el análisis realizado por la consultora Deloitte con el apoyo del Departamento de Industria del Gobierno de Lakua en este sector, se insiste en las oportunidades que ofrece el mercado en caso de que se agrupen en torno a un «Polo de Matricería» para lograr tamaño, ya que «cuentan con una posición competitiva global interesante y están muy especializadas en productos complejos».

Las empresas vascas de matricería exportan hasta el 60% de su producción, principalmente a Alemania y al Estado francés.

En el encuentro, los empresarios reclamaron a los sindicatos «reducir la rigidez laboral y mejorar la jornada laboral».

Sin embargo, el informe «Autor 2006-07» de la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (FITIM) reconoce una pérdida de derechos laborales en el conjunto de las plantilla que trabajan para el sector, tanto en la producción directa o en los sectores auxiliares.

Precariedad laboral

«Los trabajadores de la industria mundial del automóvil siguen sufriendo las consecuencias duras y de gran alcance de la restructuración del sector». En el informe se reconoce que las grandes multinacionales agrupan en su entorno elevados beneficios debido a «los fuertes incrementos de la productividad, como fruto de la reestructuración», pero «la distribución de esas ganancias ha sido muy desigual».

La federación internacional reconoce que los nuevos mercados que se están abriendo en China , India y Rusia están permitiendo «una recuperación del empleo en el sector», pero el incremento de la capacidad productiva está llevando «a que con mayor frecuencia se creen condiciones de empleo precarias, en lugar de empleo permanente que sirva de sustento a las familias y contribuya al desarrollo y crecimiento sostenible». La FITIM explica que las grandes multinacionales están concentrando «en plataformas de vehículo» la producción directa y auxiliar de los automóviles, generando «una flexibilidad y mayor precariedad en el trabajo».

La producción de vehículos aumentó en 2006 hasta los 66,8 millones de unidades, de esa cantidad Europa fabricó un total de 16,5 millones, casi la misma cifra que en 2005.