Arraiotz y Azkaine, los pueblos más afectados tras el paso de las aguas
Las lluvias ya han remitido y llega la hora de realizar las labores de limpieza en las localidades de Nafarroa y Lapurdi afectadas por las tormentas que el pasado viernes por la mañana cayeron sobre esa zona. Arraiotz y Azkaine figuran como las más afectadas, pero son numerosos los municipios que han sufrido cuantiosos daños materiales. Será mañana cuando técnicos del Gobierno de Nafarroa visiten la zona y comiencen a valorar las afecciones.
IRUÑEA
Tras las breves pero fuertes tormentas que anteayer sacudieron la comarca de Baztan-Bidasoa y la zona labortana de Ainhoa, Senpere, Azkaine y Sara, las lluvias comenzaron ayer a remitir, y aunque se produjeron tormentas dispersas como las vividas en la zona de Zugarramurdi y Urdazubi, la situación ya ha comenzado a regresar a la normalidad.
Desde las 14.00 no se registró ningún chaparrón, lo que ayudó a que las aguas de los ríos volvieran a sus cauces. El Bidasoa, por ejemplo, se mantuvo, en algunos de sus tramos a menos de un metro de la carretera N-121-A, pero las aguas no volvieron a salirse durante el día de ayer, y tampoco se espera ya que lo hagan hoy.
Labores de limpieza
Aprovechando esa relativa calma, en toda la zona afectada el día de ayer estuvo dedicado a realizar labores de limpieza y a contabilizar los daños, si bien, desde el Ayuntamiento de Baztan señalaron que todavía era demasiado pronto para hacer una valoración, aunque fuese de forma aproximada. La alcaldesa del Valle, Virginia Alemán, quien estuvo visitando algunos de los municipios de Baztan más afectados por las inundaciones, señaló, además, que será mañana cuando técnicos del Gobierno de Nafarroa visiten la zona y realicen las primeras mediciones.
Mientras tanto, vecinos y bomberos tuvieron que esforzarse durante toda la jornada en achicar el agua que todavía se encontraba acumulada en muchas viviendas y bajeras, así como en limpiar las calles.
Incluso fábricas como la de PEVI, situada en la localidad de Elbetea, se ha visto obligada a paralizar su producción durante al menos las dos próximas semanas, según informaron portavoces de esta firma. Apuntaron que el agua comenzó a entrar a la factoría en torno a las 9.45 de anteayer, y que para las 10.15, es decir, en menos de media hora, el nivel se situaba ya por encima de las rodillas.
Otros de los afectados fueron los propietarios y usuarios de los numerosos establecimientos de turismo rural existentes en la zona, ya que, aunque las carreteras de la red principal permanecían totalmente abiertas, varios de los caminos a bordas y caseríos se encontraban en bastante mal estado. «Y no todo el mundo dispone de un 4x4», señalaban algunos propietarios de estos establecimientos.
Uno de los municipios más afectados fue Arraiotz, donde las conducciones no pudieron soportar la fuerte avenida de agua que bajaba desde el monte y levantó el suelo de las calles y la plaza del pueblo entre 40 y 50 centímetros.
En algunas viviendas de esta localidad el agua llegó a alcanzar un metro de altura, y el suministro de agua potable permaneció cortado hasta el mediodía de ayer.
No es el caso de Azkaine, donde el suministro de agua no se restablecerá hasta el próximo lunes. Asimismo, la escuela de esta localidad labortana permanecerá cerrada hasta el próximo jueves. Sin duda, éste fue uno de los municipios más afectados por las tormentas, ya que el agua subió hasta 70 centímetros en apenas 30 minutos. Las aguas llegaron a anegar hasta un centenar de viviendas de este pueblo.
20 años de retraso en Senpere
En la zona labortana hubo afectados que se mostraron muy enfadados, por entender, entre otras cosas, que desde los gobiernos locales no se ha informado debidamente a los vecinos. Asimismo, el retraso de cerca de veinte años que lleva el proyecto para edificar una presa en el lago de Senpere ha aumentado el enfado, ya que en Azkaine mantienen que, de haberse construido ya la presa, se podrían haber evitado gran parte de los daños registrados.
En Senpere, todos los comercios permanecieron cerrados durante la jornada ayer, donde la cota de agua superó en cerca de 40 o 50 centímetros la de las riadas de 1983, las mismas que hicieron poner en marcha el proyecto de presa en el lago.
Las cuevas de Sara y Zugarramurdi también han tenido que ser cerradas al público debido a los grandes daños que han sufrido. En las de Sara, por ejemplo, donde trabajan cerca de 30 personas, incluso se ha llegado a poner en duda su continuidad.
Los bomberos del parque de Oronoz-Mugairi realizaron ayer tres salidas relacionadas con las inundaciones: una al convento de Oharritz, donde se inundó el ascensor, otra a Etxalar, y la tercera, hacia las 14.45, a Urdazubi. En esta última localidad una fuerte tormenta que descargó sobre las 14.00 provocó que el agua inundara el comedor del restaurante Koxka.
Los vecinos de Urdazubi y de Zugarramurdi, entre otros pueblos de la zona, se encontraban ayer sin servicio telefónico.
Las cuevas de Sara y Zugarramurdi han resultado muy dañadas por las lluvias. En las grutas de Sara, donde trabajan unas treinta personas, incluso se ha llegado a poner en duda su continuidad.
En algunas localidades de la zona afectada, como Urdazubi y Zugarramurdi, todavía no disponían ayer por la tarde de línea telefónica.