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Abdullah Gül anuncia la retirada de su candidatura a la presidencia de Turquía

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Abdullah Gül, ha renunciado a presentar su candidatura a la presidencia del Estado turco, tras una nueva falta de quórum en el Parlamento alentada por el boicot de la oposición kemalista, que imposibilitó la votación. La retirada de Gül, una vez que la confirme su partido, el AKP, islamista moderado, abre el plazo para una «inmediata» convocatoria de elecciones legislativas, en principio fijada para el 22 de julio.

ANKARA

El ministro turco de Asuntos Exteriores, el islamista moderado Abdullah Gül, único postulante a la Presidencia de Turquía, anunció ayer que retirará su candidatura tras no lograr por segunda vez el apoyo del Parlamento para su elección.

«No estoy triste. Voy a retirarme. Después de esto mi candidatura está fuera de lugar», aseguró Gül a los periodistas, aunque la decisión oficial aún la deben tomar los miembros del gobernante islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).

La sesión se canceló después de que el presidente de la Cámara, el también miembro del AKP Bulent Arinc, certificara en un último recuento que había 358 diputados, por debajo de los 367 necesarios para iniciar el proceso y dar por válida la votación.

Más tarde, el candidato islamista incidió en que «el proceso de votación no va a dar resultado y carece de sentido mantener una nueva ronda electoral» debido al boicot de la oposición.

La pasada semana el Tribunal Constitucional varió el criterio que pretendía utilizar la presidencia de la Cámara y estableció esta nueva norma que anuló la primera votación, alegando que no se encontraban presentes suficientes diputados y frustrando así las aspiraciones del AKP.

De esta forma dio validez a la treta de la oposición kemalista que decidió no asistir al pleno para imposibilitar el quorum necesario. Así, cerró las puertas también a la posibilidad de que se llegara a una tercera votación, en la que ya bastaba la mayoría absoluta de 276 diputados. El partido islamista moderado AKP, en el Gobierno desde el año 2002, tiene 351 de los 500 escaños del Parlamento, por lo que tenía garantizada la elección en ese caso.

Arinc convocó una nueva votación para el día 9 de mayo, una decisión formal que se ajusta al calendario parlamentario que marca el proceso. Sin embargo, la retirada de Gül deja esta posibilidad en papel mojado.

Elecciones

Los analistas turcos han recordado en sus comentarios que el artículo 102 de la Constitución especifica que se acudirá «inmediatamente» a las urnas en caso de que no se logre la elección de un nuevo presidente. Para salir de la crisis institucional y la división social entre islamistas y laicos kemalistas, el Parlamento acordó adelantar los comicios legislativos al próximo 22 de julio. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, pretende impulsar una reforma constitucional que permita que los ciudadanos elijan directamente al presidente de la República, en lugar del Parlamento.

Algunos analistas afirman que las legislativas podrían tener lugar incluso antes del 22 de julio porque la Junta Electoral Suprema deberá ahora sopesar el mandato constitucional que otorga el término «inmediatamente», ya que no se establecen plazos concretos para los comicios.

El AKP se reunió ayer para decidir qué camino seguir ante esta situación y hacer oficial la retirada de Gül. Esta retirada oficial daría inicio al plazo para la «inmediata» convocatoria de elecciones. Ali Topuz, número dos del Partido Popular Republicano (CHP) remarcó ayer que «la Junta Electoral ya ha declarado que las elecciones se celebrarían el 22 de julio. Nosotros no lo consideramos realista. Creemos que puede ser incluso antes».

Legislativas y presidenciales

El AKP, por su parte, quiere aprobar la reforma constitucional que permitiría que el 22 de julio se celebren elecciones legislativas y presidenciales al mismo tiempo.

En caso de que la Junta Electoral adelantase aún más el calendario electoral, no habría plazo material para la modificación de la Carta Magna para la elección directa del jefe del Estado.

Gül ha dejado claro que si hay elecciones directas se presentaría a la Presidencia: «El apoyo con el que cuento es del 70%. Por eso hemos decidido dirigirnos a la gente. En la primera vuelta conseguiré la mayoría», declaró el pasado viernes.

Los partidos políticos están ya en pleno proceso de preparación de las legislativas. Las formaciones laicas de derechas han unificado sus candidaturas, un paso que también estudian las formaciones de izquierdas.

La retirada de Gül supone una nueva victoria del CHP y de la oposición kemalista, siempre con el Ejército turco detrás, que en principio vetó al primer ministro, Recep Tayyp Erdogan, para acceder a la jefatura del Estado, y más tarde no tuvo reparos en lanzar una advertencia sobre la posibilidad de una presidencia islamista. En una nota difundida a través de internet el pasado martes, advirtió contra cualquier ataque al «laicismo kemalista», lo que fue interpretado como un golpe de Estado.

BOICOT

La oposición kemalista volvió a boicotear la votación en el Parlamento forzando la falta de quórum. La renuncia da paso a la convocatoria de elecciones legislativas, a las que el Ejecutivo quiere unir comicios presidenciales directos.

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